Humberto Prado, coordinador del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), señaló que Venezuela es un país que no tiene un sistema penitenciario sino un régimen penitenciario, el cual se clasifica en tres partes: una donde hay una cárcel que difunden de nombre nuevo, otra que son cárceles privadas que tienen los pranes donde los familiares tienen que pagar la causa semanalmente y está el sistema de calabozos policiales.
«Aquí no hay reten policial sino calabozo policial… lo que tenemos es una policía estadal, municipal o el Cicpc que han tenido que tomar algunas instalaciones improvisadas del área administrativa para convertirlas en calabozos o sino el hacinamiento es tanto en esos lugares que a las personas las dejan esposadas en una silla en la división que lo que estén investigando», dijo en entrevista este martes en www.noticiaalminuto.com
Destacó que el artículo 272 de la Constitución de la República establece los nueve pasos importantes para tener un verdadero sistema carcelario: el respeto de los derechos humanos de las personas en prisión, las cárceles deben ser manejadas por personas con credenciales universitarias, que se regirán por una administración descentralizada a cargo de los gobiernos regionales o municipales e incluso pudiendo ir a una modalidad de privatización, asimismo la creación de un ente autónomo con personal netamente técnico y profesional, y la asistencia poscarcelaria para los que egresan de una cárcel.
Sin embargo, recalca que Venezuela desde 1999 hasta la fecha no ha centralizado una cárcel y aseguró que «son más los amigos del Gobierno de turno los que dirigen las cárceles». Por tanto, sostiene que se ha fracasado en materia carcelaria en el país, porque resaltó que son tres elementos que componen un sistema carcelario, que es la población, la infraestructura y el personal. «Si no hay un personal capacitado y formado para solucionar los problemas de esos lugares, solo va es a aprender para después ver qué hace, no hay una política de infraestructura carcelaria para que exista una clasificación de mínima, media y máxima seguridad; es decir todos los condenados y los más peligrosos están en el mismo lugar.
Prado indicó que lo que existe en la actualidad en el país es un sistema personalizado con un Ministerio Penitenciario, cuya primera tarea es entregar las cárceles a los gobierno regionales y nunca se ha hecho, para que luego viniera el proceso de privatización. «Cuando la propia Constitución da ese mandato y no se cumple, es porque se carece de conocimiento en esa materia».
¿El Gobierno ha fracasado en las políticas que ha pretendido implementar en materia carcelaria o hace falta voluntad?
– En política penitenciaria yo no creo en buenas intenciones ni en personas con buenas intenciones sino en personas que tengan conocimiento en cárceles para que puedan hacer la transformación que se requiere. El fracaso de la política penitenciaria está basado en eso, en el desconocimiento.
¿El hacinamiento y hambre van de la mano en las cárceles?
– Totalmente, porque una guarda relación con la otra, sumando otro elemento que tienen que ver con las reformas que le hacen el Código Orgánico Procesal que en vez de hacerlo de forma progresiva, lo hacen menos favorables para el recluso… Es un elemento para que haya más hacinamiento, el retardo procesal es un problema multifactorial porque incide el juez, el fiscal, el Ministerio Penitenciario, el defensor público y privado, si no trasladan al preso no puede haber juicio, si lo trasladan y no está el juez no puede haber juicio… el retraso del juicio va acumulando personas en un sitio donde ya no tenían que estar, entonces el lugar comienza a tener una población tres veces más grande y se genera la violencia y es un caldo de cultivo que explota en cualquier momento.
El hambre también está presente en estos centros penitenciarios, ¿Qué sucede con el presupuesto?
– Sí totalmente, somos una sociedad que tenemos muy poco presupuesto para el privado de libertad, por ejemplo en Europa el percapital diario por preso son 59 euros, en Estados Unidos son 34 dólares, en Colombia 20 dólares y en Venezuela 11.5 bolívares menos de un cuarto de dólar, con eso el interno tiene que desayunar, almorzar y cenar y no lo hace, y cuando no tienen la barriga llena no piensan bien sino que se meten en problemas para ver si pueden comer bien. Venezuela es un país donde el preso se muere de hambre, desnutrición, tuberculosis y SIDA.
¿Cómo califica el caso del estado Zulia que se quedó sin cárcel?
– Una estafa, porque la ministra Iris Valera frente a un problema de pranes cerró Sabaneta y en vez de desalojar a los que estaban con el problema, desalojó todo el penal, toda esa población reclusa la enviaron para otros recintos penitenciario y los familiares que son de este estado no pueden trasladarse y muchos no son procesados en la jurisdicción que les corresponde, que es aquí. Hay el caso de una mujer que se llevaron de El Marite, del anexo y su mamá la fue a reclamar y se la entregaron muerta y desnutrida, porque la pusieron a hacer orden cerrado y como no le daban comida le dio un paro cardíaco.
¿Qué lectura le da a la situación registrada en Policarabobo?
– Un tema muy triste, no ha cumplido una semana y vemos las declaraciones del Fiscal, que están investigando el hecho, que hubo negligencia y pretenden aplicar homicidio culposo, cuando allí murieron 68 personas. También me defrauda lo que dijo al ministro (Iris Valera) porque ella habla que lamentaba la muerte de esas 68 personas donde presuntamente hubo un incendio, y estas personas no se murieron en una piscina ahogadas, no por un rayo sino porque se quemaron, se tejen varias hipótesis desde que los rociaron de gasolina hasta que los llenaron de plomo o hubo un motín. Entonces de eso no habló el Fiscal, de los motivos o qué pasó.
NAM
Aylen Bucobo: Entrevista y Redacción
José Valbuena: Foto y Vídeo
