Seguramente, atinaron. Sí, evocamos el momento en el cual se levantó esta gigantesca obra que no fue puesta ahí como aislada del mundo por mera casualidad. El Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (MACZUL) es el más imponente y grande de todos los museos de Venezuela y el tercero en su tipo de mayor tamaño en toda América Latina, pero, parece que nadie lo sabe o tal vez lo olvidaron como tantas cosas han quedado en el olvido en la Venezuela de hoy.
Este es un espacio inmenso. En su tipo es el más grande de Venezuela y considerado entre los tres más grandes de Latinoamérica. Cuenta con más de 5 mil metros cuadrados de espacios para todo tipo de exhibiciones y eventos, pero, lamentablemente también es presa de la indolencia, el hampa y el abandono, aun cuando su personal se divide las tareas con las uñas para no dejarlo morir.
El MACZUL posee una infraestructura de 13 mil metros cuadrados cimentada sobre un terreno de 3.6 hectáreas, cedido en comodato por la Universidad del Zulia. Su planta física está desarrollada en tres áreas:
Área pública, área técnica y área administrativa; el proyecto inicial del MACZUL se propusieron 5 salas de exposición interconectadas entre sí: la Sala 1 es la de mayor tamaño con 1.500 mts2 distribuidos en 2 niveles; la Sala 2, a doble altura y mezzanine, cuenta con un área de 500 mts2.
La Sala 3 es un espacio de un nivel que cuenta con 300 mts2. La Sala 4 ofrece 560 mts2 de superficie, distribuidas en dos niveles, y la Sala 5 presenta un área de 660 mts2, igualmente en dos niveles.
A partir las nuevas políticas expositivas contemporáneas y con la búsqueda de consolidación del MACZUL, a partir del año 2014 nuestra Sala 5 se ha dedicado exclusivamente a presentar proyectos expositivos de fotografía, asimismo, se consolidaron nuevos espacios expositivos entre los que se encuentran: Sala Lateral con 130 mts2, este espacio se ha concebido para albergar proyectos expositivos de jóvenes talentos regionales y nacionales.
La Sala Multimedia, con 170 mts2 es un espacio adaptado para proyectos de nuevos medios y video arte. La Sala Alterna con 86 mts2 dedicada a proyectos educativos y experimentales y la Sala 1PB con 465 mts2 utilizada como espacio mutable para la presentación de otras disciplinas del arte contemporáneo como la música.
La Sala Base con 83 mts2 que ha sido acondicionada para temas relacionados con el arte público, arquitectura y la ciudad y que se encuentra en diálogo permanente con nuestro Patio Central en el que hemos iniciado una programación dedicada a instalaciones de arte público.
Las dimensiones y versatilidad de su infraestructura permiten la realización de actividades de diversa índole en tiempos simultáneos. Entre los espacios para uso público se encuentran la Plaza Cubierta, el Patio Central y las áreas verdes que conforman un jardín ecológico cultural.
Nuevo concepto
Al final son 10 salas de exposición interconectadas entre sí y acondicionadas bajo estándares de la museística internacional, en lo que respecta a los controles de clima, humedad, iluminación y seguridad. Igualmente contamos con espacios abiertos que albergan exposiciones permanentes de esculturas de la colección y nuestro Patio central que, entre otras cosas, es utilizado para muestras temporales de arte público.
En total, el MACZUL cuenta con 5.000 mts2 de espacio para la instalación de muestras y exhibiciones, del total de 13.000 mts2 de todo el lugar.
La sombra del olvido
Desde hace poco más de dos años, incluso antes que se decretara la pandemia del COVID-19, ya el MACZUL había entrado en ese nivel de decadencia.
Aquella erguida y enérgica infraestructura que mirara con altivez a la “negreada” Aula Magna de LUZ, hoy día comparte con ella su mismo dolor. Como tocada por la misma miseria que viene tocando a Maracaibo y todos y cada uno de los espacios que un día no tan lejano fueron significativos para el maracaibero, al MACZUL también le llegó su momento de crisis.
El recorte de presupuesto, la inactividad, la crisis económica, el caos de la gasolina, el tema de la pandemia y paremos de contar, convirtieron este extraordinario emporio de las artes en un inmenso armatoste que, aun cuando todavía respira, parece moribundo.
Los delincuentes son quienes ahora caminan sus pasillos. Una perrita es apenas un dejo de lo que puede llamarse vigilancia y los espacios han sido violados como se viola a una niña virgen, el MACZUL está malherido y, aun cuando sigue siendo fuerte y sigue erguido como si lo que pasara a su alrededor no le afectara, realmente está muy sentido. La principal riqueza que atesoraba, que era la gente, los estudiantes, los artistas, los investigadores, los docentes, nadie queda, solo una triste y vacía soledad y los pasos de la delincuencia pululando por las madrugadas.
NAM/Fotografía al Minuto
