La presión de Estados Unidos se hace presente no solo en las sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro y sus influencias en la comunidad internacional para forzar acciones disuasivas en contra de su administración, sino que también se mantiene en las afirmación del enviado especial del gobierno de Donald Trump a Venezuela, Elliot Abrams, quien aseguró que «es imposible descartar la opción militar».
Aseveró este domingo que «el uso de las fuerzas militares estadounidense continúa siendo una opción para generar un cambio en el gobierno venezolano».
«No es nuestra primera opción. La opción preferida es la presión diplomática, económica y política. Dicho eso, es imposible para ningún presidente descartar completamente esa otra opción. Ya veremos qué nos trae el futuro, de momento baste con decir que tenemos la capacidad de usar la presión militar», dijo en una entrevista para el diario español ABC.
La estrategia de Estados Unidos se basa entonces en emplear el uso de la fuerza militar en caso extremo de que la presión diplomática, económica y política no logre sacar del poder a Nicolás Maduro, según las declaraciones de Abrams.
«Rusia ha ayudado a bloquear las condenas al régimen en el Consejo de Seguridad de la ONU, esto ocurre porque Venezuela le debe mucho dinero a una compañía petrolera rusa. Cuando sancionamos a Pdvsa lo primero que hicieron fue acudir a la empresa de Rusia para que les ayudara a vender el petróleo que antes comprábamos aquí en Estados Unidos. Así que creo que Rusia ha sido muy importante en ayudar al régimen de Maduro a aguantar las sanciones estadounidenses», aseguró.
De esta forma, Estados Unidos se mantiene en una constante tensión discursiva y diplomática con Rusia por la política exterior del gobierno de Vladimir Putin de cuidar los intereses rusos en Venezuela brindándole apoyo militar, energético y financiero al gobierno de Maduro.
La semana pasada, el Departamento del Tesoro de EE.UU. impuso nuevas sanciones contra los cuatro acusado de ser responsables de las torturas en la DGCIM venezolana y acusados de haber torturado y asesinado al capitán de la Armada Rafael Acosta Arévalo.
Ese tipo de presión aplica Washington y es la que expone Abrams como la estrategia de la Casa Blanca para coadyuvar a un cambio político en el país.
NAM/Ricardo Serrano
