Las singularidades de este proceso electoral que apenas está en sus etapas iniciales nos han llevado del «candidato potable» al «candidato tapa». El primero es un invento reciente y muy particular: se trata de un aspirante a la presidencia «que cuente con el visto bueno del gobierno» contra el cual competirá por el voto, resalta el portal El Estímulo.
¿Y cómo lo hace? Ya se ha visto: la inhabilitación de la candidata de la Unidad, María Corina Machado, contra quien no hay caso ni sentencia firme en su contra, se mantuvo y eso hace imposible registrarla en el Consejo Nacional Electoral, de ahí surge el ‘candidato potable’ en la figura de Corina Yoris.
La decisión de las fuerzas políticas que la apoyan fue inscribir a la profesora Yoris para cumplir con el plazo previsto de registro ante el CNE, mientras -la esperanza no estaba perdida- seguían peleando por la habilitación de Machado.
Yoris, se pensaba, podía ser tanto una candidatura a la que el oficialismo no le impusiera reparos, como una figura de confianza que llegado el momento, devolvería el testigo a Machado. Es decir, era casi «potable» y definitivamente «tapa» si se lograba el milagro necesario. Pero el CNE no permitió la inscripción de Yoris y aunque estemos en Semana Santa, no habrá milagro con respecto a Machado.
Los dirigentes de la Plataforma Unitaria Democrática intentaron ponerse de acuerdo para presentar otro nombre, pero tras arduas negociaciones y según múltiples versiones extraoficiales, ninguno de los nombres «propuestos al gobierno» resultaba lo suficientemente «potable». De modo que pasaba el tiempo y -como La Cenicienta- a medianoche la Unidad perdería la posibilidad de postular a un candidato, de ahí la figura de Edmundo González Urrutia, para «tapar» un hueco o un vacío, es puro y simple, pero además, irregular.
Por tanto, un «candidato tapa» es el que está allí para «tapar» al verdadero candidato, es decir, es una figura o un figurín postulado para no quedar por fuera de contienda, pero que, en ningún momento, sería el candidato definitivo de esa conflagración.
El término ‘novedoso’ salió a relucir hace apenas horas, cuando se enturbió la posibilidad de que Corina Yoris se inscribiera, aunque ya se dijo que, Corina Yoris era la ‘tapa’ de María Corina Machado.
Al nombrar a los 13 aspirantes inscritos, Amoroso confirmó la postulación de Edmundo González Urrutia, el candidato “tapa” de la tarjeta de la MUD, el cual pudiese ser sustituido por otro de los ya admitidos o por un nuevo aspirante que cumpla con los requisitos de ley, estrategia que se intentó con Corina Yoris pero se lo impidieron.
Edmundo González Urrutia tiene el título de internacionalista egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y en 1981 realizó un magíster en relaciones internacionales por la American University de Washington, Estados Unidos.
González es un diplomático de carrera y ha ocupado cargos en la Dirección General de Política Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) entre 1994 y 1998. También dirigió el comité de Análisis y Planificación Estratégica dentro del organismo.
Entre 1998 y 2002 fue embajador de Venezuela en Argentina. Previamente, entre 1991 y 1993, ocupó el cargo de embajador de Venezuela en Argelia.
Edmundo González Urrutia es director suplente y coordinador del Grupo de Trabajo Seguimiento del Sistema Internacional del Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro.
A mediados del 2024, se dispuso para el público el libro digitalizado de González sobre Caracciolo Parra Pérez, volumen publicado en 2010 en la Colección Biblioteca Biográfica Venezolana, editada por El Nacional y Bancaribe, informó la Academia Nacional de la Historia.
NAM/El Estímulo/El Universal/El Nacional
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