viernes 19 de abril de 2024

¡PROYECCIONES! Alzuru: «En 2020 Maduro puede comenzar a salir empujado por los chavistas»

Luego de un 2019 marcado por una fuerte pugna política entre el chavismo y la oposición con Nicolás Maduro y Juan Guaidó a la cabeza, que dividió aun más a la sociedad venezolana entre la decisión de emigrar o confiar en algún cambio político real en pro del cambio económico, se avizora un 2020 con un ciclo de tensiones mucho más acelerado, pues las dos fuerzas políticas que mueven a la población directa o indirectamente, se disputarán el control de un poder del Estado que es clave para procurar una eventual negociación que abra paso a un proceso de solución y recuperación del país: la Asamblea Nacional.

Y en medio de una crisis económica que amenaza con profundizarse, en detrimento del mermado tejido social venezolano, el sistema país podría mantenerse igual o en peores condiciones que las actuales: alta inflación, pérdida del poder adquisitivo, devaluación de la moneda, desigualdad social, dolarización desordenada, migración, deserción estudiantil, aumento del desempleo y caída de la actividad económica.

Entonces, ¿qué pronostican los expertos para el 2020 en materia política? Dado que el actual estatus quo en Venezuela obliga a un desbloqueo del conflicto político para destrabar los mecanismos que le darán soluciones económicas al país.

“El arranque del año 2020 va a ser más complejo para la oposición que para el Gobierno. Hasta la elección del nuevo presidente de la Asamblea Nacional (5 de enero de 2020), la disputa dentro de la oposición va a ser más feroz de la que es”, explicó el analista político y profesor universitario, Alexis Alzuru, en una entrevista al medio digital HispanoPost.

Esto implica que la falta de consenso y de acuerdo entre el ala radical y el ala moderada de la oposición sobre ejecutar o no un proceso de transición de poder por la vía de la fuerza o la vía electoral, podría minimizar aun más el liderazgo de Juan Guaidó y su capacidad de influir sobre todo el espectro opositor.

Alzuru considera que “en esos días iniciales de 2020, el escenario de la continuidad de Juan Guaidó se verá realmente dificultado por las pugnas internas”. “A Guaidó le va a resultar muy difícil ser reelecto y si lo es va a quedar muy debilitado tanto dentro como hacia afuera en la comunidad internacional, y con un Parlamento tremendamente dividido”, dijo.

Ese obstáculo dejaría a Guaidó sin suficiente margen de maniobra para captar más apoyo diplomático y financiero de la comunidad internacional por la posible percepción que esta tenga de una falta de organización y solidez de su proyecto en la única institución legítima del Estado venezolano que la mayoría de las naciones occidentales reconoce, que es la Asamblea Nacional.

“No descartaría que Guaidó sea desplazado de la presidencia del Parlamento, daría 60% a que sea reelecto”, refirió Alzuru. Vaticina un inicio de año (2020) en el que habrá “el reacomodo del liderazgo opositor, gane o pierda Guaidó”, agregó.

Sin embargo, la reelección del líder opositor al frente del Parlamento podría verse obstaculizada con las estrategias del gobierno de Nicolás Maduro para anularlo políticamente, así como para mantener la actual correlación de fuerzas mientras induce más crisis económica a través de la inflación, aunado a las consecuencias indirectas de las sanciones de Estados Unidos en la colapsada economía del país.

“El próximo año será marcado por las disputas internas dentro del chavismo y la oposición”. “Iremos a las parlamentarias con un proceso de reajuste en ambos bandos. La elección parlamentaria va a simbolizar un reacomodo de las fuerzas del país, es posible que dentro del chavismo se posicionen líderes que están en segundo plano y el liderazgo de Maduro sea desplazado por los propios chavistas, los diputados chavistas pero no maduristas”.

Alzuru subrayó que “tendremos a un Maduro amarrado por sus propios partidarios, a Maduro no le viene un año fácil, él puede comenzar a salir constitucionalmente empujado por los propios chavistas”. “No creo que salga en 2020 pero empezará a ser desplazado”, añadió.

Esto implica que el chavismo estaría a las puertas de iniciar un proceso interno de renovación de su sistema de poder, para lo cual requieren un liderazgo nuevo que tenga menos presión acumulada que la que tiene Nicolás Maduro como un líder que ha generado desgaste político y económico tanto para la población venezolana, como para la oposición y para la propia cúpula del chavismo.

“La elección parlamentaria marcará el próximo año porque vamos a descubrir que en ese Parlamento, que también estará contaminado de chavismo, es el que va a abrir la puerta para que Maduro salga en el año 2024. El propio chavismo va a sacar a Maduro pero no será antes, no lo veo con los elementos que tenemos actualmente”, destacó.

Y aunque las condiciones están configuradas y establecidas en este contexto para que se produzca un quiebre y posterior transición política, la poca movilidad y organización política-social, aunado a la inacción de la Fuerza Armada como factor de presión, la permanencia de Maduro en el poder podría ser la única constante durante el 2020 en la vida nacional.
Ricardo Serrano