jueves 25 de abril de 2024

¡PROTESTAS VIOLENTAS! Escultura de Ronald McDonald’s crucificado desata indignación

Una obra del artista finlandés Janei Leinonen, que representa a Ronald McDonald crucificado, provocó protestas violentas de la minoría árabe-cristiana de Israel. Aunque ‘McJesus’ se exhibe en el Museo de Arte de Haifa desde agosto del año pasado, las manifestaciones de repulsa se desataron solo la semana pasada.

Empezaron con un cóctel molotov lanzado contra el edificio del museo y continuaron con enfrentamientos violentos de cientos de cristianos que exigieron la eliminación de la escultura, informa The Jerusalem Post.

Según datos de la Policía israelí, como resultado de estas acciones un hombre fue detenido y tres agentes sufrieron lesiones por piedras lanzadas por manifestantes. Las autoridades dispersaron a la multitud con gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento.

Respeto a la religión vs. libertad de expresión

Representantes de la iglesia cristiana de Israel llevaron sus quejas a un tribunal de distrito, al que exigieron que ordene la eliminación de las piezas más ofensivas de la exhibición, incluido el ‘McJesus’. Los cristianos representan un pequeño porcentaje de la minoría árabe de Israel y dicen que enfrentan desafíos únicos. «Si esta obra estuviese dirigida contra los no cristianos, el mundo se pondría en contra», opina Wadie Abu Nassar, asesora de líderes de la iglesia.

La exigencia fue apoyada por la ministra de Cultura israelí, Miri Regev, quien también pidió la eliminación de las obras de arte «irrespetuosas».

No obstante, el director del museo, Nissim Tal, dijo a AP que estaba sorprendido por el repentino alboroto, especialmente porque la exhibición —que tiene la intención de criticar lo que muchos consideran el culto al capitalismo como rasgo actual de la sociedad— ha estado abierta durante meses.

De este modo, el museo se ha negado a retirar el ‘McJesus’, alegando que eso atentaría contra la libertad de expresión. Pero tras las protestas del viernes, empleados colgaron una cortina sobre la entrada de la exhibición y colocaron un cartel que decía que el arte no está destinado a ofender.

«Esto es lo máximo que podemos hacer», aseguró Tal. «Si eliminamos el arte, al día siguiente tendremos políticos que nos exigirán que eliminemos otras cosas y terminaremos solo con coloridas fotos de flores en el museo», añadió.

Las medidas tomadas por la institución no sirvieron de mucho para aplacar a los manifestantes: el lunes, uno de ellos permaneció acampado en las inmediaciones, en una tienda, con un cartel que decía «Respeta las religiones». Otros manifestantes enarbolaron cruces con carteles.

NAM/RT