miércoles 15 de mayo de 2024

¡POR AHORA! Oliveros: «El dólar paralelo no ha variado, porque no hay bolívares»

El elemento que controla la economía venezolana está en una suerte de contención por los diversos factores y distorsiones internas que lo mantienen a raya. Y es que el dólar paralelo lleva tres meses estancado en el rango de los 73.000 a 75.000 bolívares por unidad, lo cual es una señal de que, aunque la demanda de dólares está en su nivel más bajo durante todo el ciclo de crisis económica que el país ha vivido por seis años, podría hacer implosión en cualquier momento por factores externos y por el agravamiento de la crisis política interna. Ese escenario podría ocurrir de forma vertiginosa y disparando el valor de la divisa norteamericana en Venezuela a un nivel que detonaría en una posible nueva espiral inflacionaria de alto impacto.

Es por ello que el economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, explicó por qué el dólar paralelo se quedó estancado en su última cotización desde hace dos días. “El gobierno tiene el gasto al mínimo y no hay bolívares”, afirma. 

Esto implica que el BCV y el gobierno de Maduro han reducido el gasto público y la inyección de liquidez, aproximadamente, en unos 10 a 20 billones de bolívares, tanto así, que la cantidad de bolívares que quedan circulando en la economía nacional equivale a penas 800 millones de dólares, mientras que la circulación de dólares en efectivo asciende a los USD2.500 millones. 

“El gobierno tiene el gasto al mínimo y no hay créditos en bolívares. Si no hay bolívares, se frena la demanda de dólares, pues para comprar dólares, necesitas bolívares”, señaló Oliveros vía Twitter.

La disminución en el flujo de bolívares colapsó la demanda de dólares, lo cual concentró los capitales circulantes en billetes verdes hacia focos y sectores del sistema cerrado a nivel empresarial, profesional y comercial que tiene dolarizado de facto en un 70% las transacciones y los distintos niveles de la economía venezolana.

Esto al ser consultado por el estancamiento del precio del paralelo, que está en 73.500 desde el miércoles. En comparación al oficial, solamente los separan 300 bolívares, una variación ínfima que, si ocurre una implosión de la demanda por el temor a la crisis política interna y la salida de capitales producto del pánico a la epidemia de coronavirus, llevaría el valor del dólar a un nivel demasiado alto que no se vería motivado por la inyección de bolívares, sino por el traslado de los flujos de capital a mecanismos de ahorro por parte de los empresarios venezolanos y los grandes tenedores de dólares que operan en el país. 

Ricardo Serrano