La crisis política del país ha entrado en un punto cumbre. Ambos polos de poder se volverán a ver las caras en dos demostraciones de músculo político y social con las que tratarán de ejercer una presión civil que, además de tensar aun más la desgastada cuerda del conflicto venezolano, podrían llevarla a un punto de ruptura que encamine al país a una espiral de bloqueo político mucho más profundo que el actual.
Y es que el llamado «número dos» del chavismo, Diosdado Cabello, líder del PSUV, anunció este lunes una contramarcha hasta la Asamblea Nacional, con el objetivo de «enviarle un mensaje al mundo».
Esta movida contrasta con la marcha que el líder opositor y presidente de la AN, Juan Guaidó, convocó para mañana, martes 10 de marzo, con el objetivo de retomar la agenda de presión social y seguir exacerbando la retórica del bloque opositor de exigir una negociación electoral y política a fin de desbloquear la crisis.
«Nuestra dignidad no se vende, convocamos dos grandes manifestaciones: Una caminata desde la Plaza Morelos hasta la Esquina de San Francisco, y otra motorizada que irá desde la Plaza Venezuela hasta el Centro de Caracas. Nuestros motorizados y motorizadas estarán marchando para promover la paz en el país», dijo.
No se descarta que ambas manifestaciones pudiera chocar. Sin embargo, el aparato represor del Gobierno, complementado con la estructura ilícita de grupos de paramilitares urbanos en motos (los llamado colectivos), podría contener la movilidad y margen de maniobra de la marcha de Guaidó para llegar y entrar al Palacio Legislativo con el propósito de retomar su control físico y administrativo.
Diosdado afirmó que el chavismo ganará las parlamentarias y será un triunfo de la revolución, el Psuv y el Gran Polo Patriótico. Esto implica que el chavismo no está dispuesto a negociar la composición del CNE y, además, podría tratar de mantener el bloqueo político en la AN y remitir la decisión sobre el CNE al TSJ para que por la vía judicial este imponga a los rectores del órgano electoral en detrimento de la gestión del Parlamento de Guaidó, que busca nombrar a las autoridades electorales a como dé lugar para instaurar un sistema electoral que no esté diseñado a la medida del gobierno de Nicolás Maduro, según analistas.
«Están derrotados, este año las elecciones parlamentarias serán un triunfo de la revolución, del Psvu y del Gran Polo Patriótico, estamos preparados y listos para cuando el CNE lo diga, nosotros participar activamente »
El número dos del chavismo acusó a la oposición venezolana y a Estados Unidos de la quema de instalaciones del CNE este fin de semana.
«Ni quemando instalaciones del CNE podrán impedir que haya elecciones parlamentarias en Venezuela. No hay forma de que puedan impedirlo, ni siquiera ese ataque terrorista lo podrá impedir. Aquí sí se podrá votar», acotó.
Ricardo Serrano
