En Venezuela se mueve un inmenso torrente financiero de dólares que han entrado al país por vías no oficiales y no convencionales, puesto que no existe una dolarización declarada, oficial y estatal, a pesar de que en la práctica, el gobierno de Nicolás Maduro mantiene un stock de dólares de tamaño considerable en sus cuentas domiciliadas en presuntas empresas de maletín y testaferros. Aun así, lo que moviliza y acelera la distorsionada economía del país en su funcionamiento anómalo es el flujo de dólares que aquí se mueve.
Pero el origen de esas divisas no es producto de la actividad económica del Estado debido a que el flujo de caja de PDVSA se encuentra contraído al tener una producción de solo 671.000 barriles diarios, por lo cual ya no hay ingreso fiscal sostenible para revertir el déficit de 20.000 millones de dólares y la deuda externa de $150.000 millones que tiene el gobierno de Maduro.
Entonces, ¿cuál es el verdadero origen de los billetes verdes que se observan cada vez con más frecuencia en las transacciones y pagos de una parte de la población en supermercados, abastos, tiendas de ropa, centros comerciales y comercios en sectores urbanos?
Según el economista y sociólogo Luis Enrique Gavazut, profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), un factor que determina la circulación de la divisa estadounidense en el país son las remesas que muchos venezolanos les dan a sus familiares antes de viajar o salir del país, remesas que se las entregan en dólares en efectivo.
Pero el factor de mayor peso que ha creado una galopante liquidez en dólares físicos radica en que, de acuerdo con estudios e investigaciones del experto en la UCV, solo en activos líquidos (mas no en activos totales), es decir, fondos financieros, un segmento de la población venezolana posee y acumula en su conjunto 180.000 millones de dólares en cuentas bancarias domiciliadas en el extranjero, especialmente y su mayoría en Estados Unidos, explicó Gavazut en una entrevista en la televisora estatal VTV.
Ese fenómeno que evidencia el enorme foco de desigualdad socioeconómico que causó la crisis y su posterior dolarización de facto en Venezuela, se debe a que una buena parte del sector profesional y empresarial del país acumuló fondos de ahorro en dólares durante el período de bonanza petrolera, fiscal y social que vivió el país hasta el año 2012, de tal forma que pudiera generar un respaldo financiero fuerte en activos de capital y activos físicos (bienes) para proteger su patrimonio ante el inicio de la debacle económica del país en el año 2013 con la llegada de Nicolás Maduro a la Presidencia de la República.
Asimismo, Gavazut explica que un tercer factor del origen de la actual liquidez en dólares del país es la «economía delincuencial que se ha formado y existe hoy con mucha fuerza y dinámica en las fronteras venezolanas con Colombia, Brasil y las islas del Caribe, ya sea por actividades ilícitas como el contrabando de gasolina o la trata de blancas (tráfico de mujeres). Esos negocios oscuros se manejan y son pagados por las mafias en moneda estadounidense.
De tal forma que el enorme caudal de dólares que entra al país proviene de las remesas por dinero que generan los migrantes y viajeros venezolanos con actividades propias laborales en el exterior y que canjean en casas de cambio por dólares, así como también por los capitales de muchos inversionistas venezolanos que retornan al país por transacciones e inversiones de empresarios en negocios locales con sus fondos provenientes de cuentas bancarias y domicilios fiscales en Estados Unidos, principalmente en bancos como Bank of America, Citibank, WellsFargo y Zelle.
Actualmente, en Venezuela circula un total de 2.500 millones de dólares en efectivo y fondos electrónicos en cuentas corrientes, pero según proyecciones de la firma Ecoanalítica, se prevé que para 2020 ingresen al país entre 3.500 millones y 4.000 millones de dólares en remesas, lo cual podría elevar el nivel de transacciones en dólares en todo el país de su índice actual en 53% (según Datanálisis) a un posible 70%-80%.
Ricardo Serrano
