jueves 18 de abril de 2024

#OPINIÓN La paz en Bolivia (Francisco J. Arias Cárdenas)

El amor de los Grancolombianos  al pueblo, a la nación boliviana, tiene que ver con afectos que sembró con su accionar el Libertador y fundador de nuestras Patrias. Chávez levantó ese mismo amor por los indios y desde el Alianza Bolivariana para América Latina (ALBA), amarró acuerdos y relaciones productivas entre nuestras patrias. Lo que ahora está pasando en Bolivia, no tiene justificación ni explicación. El pueblo boliviano se expresó, eligió dentro de la ley y la constitución del país a Evo Morales como su mandatario.

Dice el presidente Evo Morales que su delito para ser amenazado y agredido  es ser indio y ser antiimperialista, pero además no le perdonan los racistas que sea exitoso.

Que haya levantado a miles de indios, mestizos y blancos de la pobreza. Que haya estado impulsando la economía de Bolivia de manera estable y sostenida, convirtiéndolo en el país con mayor crecimiento de Sudamérica y  con la mayor expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de la región.

Desde la Patria del Libertador, pedimos a Dios por la paz de Bolivia. Porque se imponga la razón y la constitución. Porque cese la violencia, la agresión e irracionalidad de los adversarios y sus aliados extranjeros, que quitan a la fuerza a un presidente electo por su pueblo. El discurso y la acción intervencionista, desentona totalmente con la historia, con la realidad de nuestras naciones.

Recordamos de las guardias de hace muchos años en el Panteón Nacional, la placa de Bolivia a la posteridad:» De América al gigante, veis dormido, Dios y la Libertad guardan su lecho…Se inclinarán los hombres ante el Hombre; Que dióme vida y me legó su nombre.”

Que Dios proteja a Bolivia, que le de paz, que cese el racismo y que sea ejemplo para América Latina, en la resolución de las diferencias a través la convivencia y el respeto.   Que se escuche el  llamado de su presidente  a un diálogo nacional para encontrar una solución no violenta a la crisis política en su país.

NAM/Francisco J. Arias Cárdenas ([email protected])