jueves 28 de marzo de 2024

#OPINIÓN El último barranco (Carola Chávez)

Gaudi, Gaudis, Gaudio… No saben ni cómo se llama pero lo llaman presidente de Venezuela. Interino, legítimo, bendecido y afortunado por la gracia de los Mikes, Popeo y Pence, y Marcos Rubio exaltado como una doña de El Cafetal empericada. 

Y claro, un tuit de Donald Trump, que saliéndose por un instante de su tema, dijo con desgano que el pueblo venezolano, bla, bla, bla…

Los medios corporativos encadenados en una campaña de marketing relámpago que para el mundo conozca a una nulidad que ni en su casa conocen. Una única foto con un aire a Obama, presidente que se coló como esperanza y cambio y resultó ser peor que más de lo mismo. “Un aire de país” con primera dama rubia “la envidia de los chavistas”, dijo un opinador en carne viva.

Una espera cautelosa, —“el 23 es la cosa”—. Hablaban los pensadores del antichavismo de ir poco a poco, de no apresurarse, de no dar pasos en falso, de lo demoledora y definitiva que sería una nueva desilusión de su militancia, un nuevo fracaso que no podrían remontar. Al día siguiente, una auto juramentación y ¡zuas! se lanzan de cabeza por el último barranco.

Las calles mudas. Un intento de guarimba en Chacao, antiguo bastión de guarimberos, que acabó con la policía que antes los alcahueteaba, llevándoselos presos por comerse la luz saqueando un Wendy’s. ¡Las transnacionales son sagradas, gafos! El alcalde de Chacao ya no es aquel Muchacho que daba la hora, sino un Duque antichavista también, pero que intenta gobernar su municipio con políticas para los ciudadanos que lo eligieron en lugar de preferir ponerlos a tragar humo y miedo.

Los noticieros allá, en “la comunidad internacional”, muestran imágenes en vivo y directo de refritos de las guarimbas del 2017, y los periodistas sicarios derraman fake news sin que les tiemble ni una pestaña, narrando un país en llamas, hundido en el caos, que, pobrecitos, hay que bombardearlos ya.

Pompeo en la OEA en visita sorpresa. Los perritos mueven la cola pero no son suficiente. Primer pulso diplomático en esta nueva aventura loca, primer fracaso cruzando para el segundo en el Consejo de Seguridad de la ONU. Todo esto mientras Trump pelea con Pelossi, con CNN, con el cierre de gobierno, todo a la vista en su Twitter, sin dedicar un solo minuto de su tiempo a impulsar lo que podría ser la movida más importante para finalmente controlar las mayores reservas petroleras del mundo.

Y reaparece Guaidó en una plaza y anuncia volverá RCTV y sus teleculebras. Y sería muy cómico si luego de esto no intentara poner al país al borde de una guerra anunciando que, disfrazados de ayuda humanitaria, vendrán los gringos a nuestro territorio sí o sí, y reta a la FANB a intentar detenerlos.

Quienes le aplauden no tienen ni idea de lo que les están cocinando. Nosotros sí, y los vamos a derrotar.

NAM/Carola Chávez