viernes 26 de abril de 2024

#Opinión Atencion a la violencia sexual (Gabriel Ángel Gutiérrez Valencia)

Cada día se hace frecuente las denuncias de abuso o violencia sexual, lo llamativo a esta situación es que la mayoría de los responsables de estos casos relacionados con el entorno de la víctima, por ejemplo Familiares como padrastros, tíos, primos, otros relacionados con el entorno como vecinos o amigos, o personal de trabajo, esto quiere decir que la mayoría son personas conocidas por la agredida dejando un porcentaje bajo para aquellos actos violentos en la calle o con personas desconocidas.

 La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia sexual como: “todo acto sexual, o tentativa de consumar un acto sexual mediante la coacción por otra persona”; igualmente menciona que inclusive los comentarios e insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de forma no deseada, independientemente de la relación de esta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo.

En el caso del abuso en niños hay una serie de signos y síntomas, es decir, manifestaciones del cuerpo y conducta de las víctimas que pueden poner en alerta a los familiares y evitar que se sigan cometiendo estos hechos, a continuación alguna de ellas:

  • Cambios en la conducta del niño o adolescente, por ejemplo: el niño que es tranquilo, introvertido y de repente se vuelve agresivo, desobediente sin nada que pueda explicarlo o viceversa (el niño que es muy extrovertido, alegre y se torna silencioso o aislado sin ánimo de nada).
  • Bajo rendimiento escolar, niños que se caracterizaban por una buena nota y rendimiento escolar pero bruscamente modifican de forma negativa sus calificaciones o disminuye el interés por actividades escolares; esto no quiere decir que un niño con bajo rendimiento se encuentre bajo algún abuso o violencia sexual, pero es una manifestación a evaluar cuando aparece ya que estos síntomas tienen causas más comunes como déficit de atención, conductual  o algún problema netamente escolar, sin embargo es un punto relevante que no debe pasar por debajo de mesa.
  • Puede presentar cambios de conducta, especialmente relacionados con la ansiedad como estar tembloroso y asustado todo el tiempo o el caso contrario aislado sin ningún interés.

Con respecto a los signos que podemos observar en el cuerpo de las víctimas se encuentran:

  • Moretones o golpes en el cuerpo de la víctima sin ninguna explicación como por ej.: brazos, piernas, espalda.
  • Manchas de sangrado, heces u orina en ropa interior, niños que ya habían dejado de mojar la cama y luego de varios años sin ninguna causa orgánica como infección urinaria o diabetes comienzan a orinarse en cama o durante el día.
  • Fracturas frecuentes sin causa que lo explique.
  • Revisar prendas de vestir rotas, sin causa como caídas o peleas.

 

Debemos siempre mantener un diálogo con nuestros hijos y familiares, generar una confianza y vinculo que permita expresarse ante cualquier tipo de circunstancia en especial este tipo de situaciones; no se debe culpar o reclamar a la víctima (error frecuente donde madre o padre recrimina los hechos), ya que lo más importante es la atención y apoyo de familiares, personal médico, de salud en general y psicológico tanto para la víctima como el entorno familiar.

 

Dr. Gabriel Ángel Gutiérrez Valencia. 

Médico Otorrinolaringólogo

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