viernes 26 de abril de 2024

#OPINIÓN ’05 DE JULIO DE 1811: La lucha por la independencia continúa’ (Dra. Ligia Berbesí de Salazar)

¿QUÉ CELABRAMOS HOY?

En este día de gran significación para la Patria de Bolívar  comparto en colectivo  desde la necesaria descolonización de la memoria; en particular, sobre lo que todos conocemos como independencia, algunas reflexiones que mas allá de acontecimientos para destacar una fecha, considerada por muchos como hito histórico, refiere el complejo proceso de lucha que el pueblo venezolano, al igual que otros de la América Latina y caribeña, ha vivido y forjado en el devenir de una república, soberana, independiente, libre y próspera.

Hasta ahora, muy a nuestro pesar manuales escolares, programas educativos y textos en general han legitimado oficialmente una visión mítica, heroica, acontecimental y anecdótica de lo que conocemos como Independencia. Así, intencionalmente o no se apropiaron hasta del propio concepto y lo moldearon y ajustaron a intereses muy particulares, lo que devino en la negación y ocultamiento de la participación de la gente común o del común de la gente en las luchas por la libertad y la independencia; en consecuencia, en su deslegitimación.

De ahí, que esta temática tan significativa para todos reclama de una profunda revaloración de quienes nos hemos dedicado a este oficio. Revaloración que permita la comprensión de la construcción colectiva de la sociedad, y, en consecuencia, la integración política de todas y todos sobre la base de los principios republicanos, que supuso en aquel convulsionado momento, y aún a pesar de ser otras las condiciones históricas y otras las formas de lucha adoptadas, el otorgamiento de derechos hasta ahora negados. Así, como Miranda, Bolívar y la generación de hombres y mujeres que les acompañaron supieron vislumbrar el camino a seguir, el pueblo que dejaron sembrado de ideas de patria también sabe hoy que la hora de la América Latina y caribeña ha llegado y que ese ideal de libertad y de unidad no puede perderse en la diatriba inútil y menos aún en las mezquindades y egoísmos de unos pocos.

Hoy, todo apunta a responder con la mayor certeza posible ¿qué paso el 05 de julio de 1811 en las provincias venezolanas?, Acaso fue un hecho fortuito?, ¿Es el 05 de julio de 1811, el día Nacional de nuestra Independencia?

Sin duda la deposición de las autoridades de gobierno monárquico en 1810, es solo el comienzo de la instauración de una nueva cultura política que se apoya en múltiples y diversos mecanismos para lograr su legitimación, y así forzar el resquebrajamiento definitivo de la aparente unidad y estabilidad, que hasta ahora a había permitido las elites de poder el disfrute de prerrogativas y privilegios.

¿POR QUÉ EL 05 DE JULIO DE 1811?

Hasta el histórico 05 de julio de 1811, fuimos colonia de España por más 300 años. Extenso período de absolutismo y esclavitud en diversas manifestaciones, en el que política y administrativamente pertenecimos al Virreinato de la Nueva Granada y a la Real Audiencia de Santo Domingo. Al crearse la Provincia de Venezuela, en 1777 se conformó la Capitanía General de Venezuela integrada entonces por Cumaná, Barinas, Mérida, Maracaibo, Guayana, Margarita y Trinidad, que perteneció a Venezuela hasta febrero de 1797.

La Capitanía General de Venezuela, fue el último sistema de gobierno español que imperó en Venezuela, hasta el 19 de abril de 1810, fecha cuando se conforma la “Junta Suprema, Conservadora de los Derechos de Fernando VII”, primer paso legal para transformar una Colonia en República. A la vista de todos esta Junta Autónoma comienza a tomar un conjunto de medidas políticas y económicas evidentes del primer ejercicio exitoso de libertad que experimentamos los venezolanos.

La convocatoria a elecciones a Diputados para conformar el Congreso Constituyente de Caracas es una realidad, el 11 de junio de 1810. Así, de una parte, se da el primer paso hacia la construcción de la república como futuro modelo de Estado soberano. De otra, hacia la independencia. El 02 marzo de 1811 llegan a Caracas 30 de los 44 diputados electos, para su instalación; convirtiéndose en el primero en toda la América española.

El Congreso procedió de inmediato a la organización provisional del gobierno de Venezuela, en condiciones totalmente desventajosa para quienes proponían la ruptura definitiva.

Ante la conducta y dudas de los Diputados Constituyentes, el 3 de julio de 1811 surge desde la Sociedad Patriótica, la enérgica voz del joven Coronel Simón Bolívar, reclamando la independencia absoluta, a través de una histórica intervención:

¿Se discute en el Congreso lo que debiera estar discutido… y qué dicen…? Que debemos comenzar por una confederación, como si todos no estuviéramos confederados contra la tiranía extranjera…

Que debemos atender los resultados de la política de España… Yo digo: ¡Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos… o que los conserve… si estamos resueltos a ser libres…!

Otros dicen: ¡Que los grandes proyectos deben prepararse en calma…! yo digo: 300 años de calma, ¿no bastan?

¡La Sociedad Patriótica respeta como debe ser al Congreso Nacional, pero el Congreso debe oír a la Sociedad Patriótica…!  centro de luces y de todos los intereses revolucionarios…

Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos.

La visión política de Sebastián Francisco de Miranda, logra influenciar a los miembros de la extinta Sociedad de Agricultura y Economía, que, al transformarse en Sociedad Patriótica, se convierte en el motor político que impulsó la ruptura definitiva, hecho que ocurrió aquel 05 de julio de 1811.

Ante la propuesta del Libertador, la Sociedad Patriótica comisiona al abogado valenciano Miguel Peña, para que se dirija al Congreso Constituyente. En efecto, el 04 de julio Miguel Peña pronuncia un vibrante y contundente discurso que contribuyó a definir el curso de la historia, al argumentar los efectos históricos causados por el despotismo y absolutismo, el monopolio comercial de la Corona, y la trasgresión continua a los derechos del hombre, ejercido mediante la barbarie española durante trescientos años. Tal discurso logró gran efecto en la conducta y pensamiento de los diputados para decidirse por la declaración inmediata de la independencia.

El día glorioso del 05 de Julio de 1811, el sacerdote de La Grita, Manuel Vicente Maya, único diputado opuesto a la ruptura definitiva, resulta abrumado por los encendidos discursos de Fernando Peñalver, Juan Germán Roscio, Francisco de Miranda, Francisco Javier Yánez y de otros 20 Diputados que expresaron opinión favorable por la Independencia absoluta.

Y así sucedió, a las 3 de la tarde, la capilla del Seminario Santa Rosa de Lima estalla en aplausos y vivas, cuando el diputado de Barinas y presidente del Congreso Juan Antonio Rodríguez Domínguez dijo: anunció declarada solemnemente la Independencia absoluta de Venezuela.

En la misma sesión del 05 de julio, se encomendó la redacción del Acta de la independencia, al diputado Juan Germán Roscio y al Secretario de la Cámara, Francisco Isnardi, Aquel mismo día también se nombró una Comisión conformada por los diputados Francisco de Miranda, Lino de Clemente y Clemente Sata y Bussy, para diseñar la bandera y escarapela nacional. La comisión escogió la bandera tricolor que Francisco de Miranda había diseñado durante sus dos invasiones a Venezuela el año de 1.806.

El Acta de Declaración de la Independencia, fue revisada y aprobada por el Congreso el 07 de julio, a partir de cuya fecha, nos llamamos «Confederación Americana de Venezuela», conformada por las Provincias Unidas de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, comenzando de Derecho, un nuevo orden político, autónomo e independiente.

El día 08, una comisión del Congreso, integrada por Juan Germán Roscio, Francisco Isnardi y Fernando Rodríguez del Toro, entregó el Acta de Independencia al Triunvirato Ejecutivo, aprobada el mismo día por el Presidente en turno, Cristóbal Mendoza y refrendada por los otros miembros.

El 11 de Julio, el Acta de Independencia fue publicada en El Publicista de Venezuela, órgano oficial del Congreso.

El domingo 14, al promulgase públicamente el Acta de Independencia en la Plaza Mayor de Caracas, el momento solemne tomo gran simbolismo con redoble de tambores, cuando los hijos del mártir José María España, izan la bandera tricolor diseñada por Miranda, rindiendo honores a su padre, ejecutado en la misma plaza, el 08 de mayo de 1797.

De acuerdo a la secuencia histórica, debemos enfatizar que el Acta de independencia, no fue firmada el 05 de Julio, por cuanto las últimas firmas estampadas en el Documento Fundamental y el Libro 2º de ACTAS, ocurrieron el 18 de agosto de 1811.

Es evidente que el 05 de Julio de 1811 nos Declaramos Independientes del yugo español, pero la independencia definitiva se confirma con los innegables triunfos en la Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821 y la Batalla Naval del Lago de Maracaibo el 24 de julio de 1823.

Por eso, al referirnos al 5 de julio «no debemos decir: día de la firma del Acta de Independencia», siendo lo correcto: «Día de la proclamación o Declaración de la Independencia de Venezuela».

Si bien, por las complejas circunstancias de la guerra, el Acta original de la Independencia y el Libro 2º de Actas del Congreso de 1811, desaparecieron, 96 años despues, en octubre de 1907, el historiador Francisco González Guinand, encontró en Valencia el original del Libro 2º de Actas del Congreso, en el que estaba inserta insertas el Acta del 5 de julio de 1811, en los folios 110 al 114. El presidente de entonces Juan Vicente Gómez, decretó el 1º de enero de 1910, que el libro de Actas, fuera depositado en un Arca del Palacio Federal de Caracas, pasando a llamarse El Libro Nacional de los venezolanos.

El Acta de Independencia que declara la constitución definitiva de la república de Venezuela, concede a todas sus provincias unidas el derecho a ser “estados libres, soberanos e independientes… y les absuelve de toda sumisión y dependencia de la Corona española… y como tal con pleno poder para darse una constitución y forma de gobierno, que sea conforme a la voluntad general de sus pueblos… que garantice…su felicidad, y solamente subordinados a las leyes que ellas mismas dicten y crean convenientes.”

Hoy, podemos afirmar sin temor a equívocos que lo ocurrido el 05 de Julio de 1811, se inscribe en los anales de nuestra construcción republicana, como el inicio de las grandes transformaciones sociales, económicas y políticas, que aún hoy dan cuenta del complejo proceso de resistencia, liberación y autodeterminación de nuestros pueblos, que han jurado con vocación militante NUNCA MAS SER AVASALLADOS NI OPRIMIDOS.

De ahí, que nuevamente ante los filibusteros de hoy, como les llamo en otrora nuestro insigne historiador don Mario Briceño Irragory, nos corresponde izar las banderas de la resistencia a toda imposición, sometimiento y dominación, al igual, que las de la Unidad e Integración.

210 años después de aquel glorioso 05 de julio desde otras latitudes con diversidad de denominaciones y calificativos-, países del tercer mundo, países subdesarrollados y países en vías de desarrollo entre otros-, se pretende la negación de nuestro propio proceso histórico y, en consecuencia, la imposición y como tal la aceptación natural de la historia de la dominación.

Hoy, el momento que vivimos nos está exigiendo un ejercicio claro de reflexión sobre el compromiso que tenemos en la defensa del legado de los hombres y mujeres que nos dieron la oportunidad de tener PATRIA.

Hoy como ayer, siguiendo a JOSE FELIX RIBAS. NO PODEMOS OPTAR ENTRE VENCER O MORIR, NECESARIO ES VENCER.