viernes 26 de abril de 2024

¡NEGOCIACIÓN! Datincorp: La AN es la institución más útil para hallar soluciones a la crisis

Ante la gravedad de la crisis económica del país que, según analistas, es el producto de un trasfondo político marcado por corrupción, estrategias, poder, monopolios, tráficos de influencias y conflictos de intereses dentro del gobierno de Nicolás Maduro, la Asamblea Nacional se posiciona como el factor de poder que podría reconfigurar todo el complejo panorama actual de la situación interna en Venezuela.

Y es que el presidente de la organización de estudios diagnósticos Datincorp, Jesús Seguías, considera que la reincorporación de los diputados chavistas a la Asamblea Nacional es una acción de reconocimiento a la legitimidad del Parlamento y una concesión del gobierno de Maduro en el marco de una negociación que debe emprenderse, inevitablemente, en el país. Aclara que eso no significa que el Gobierno se sienta derrotado, “ni busque un salvavidas”.

Esto implica que el nuevo estado de convivencia política, aunque convulsa, equilibrada, en el Parlamento, que es el centro del debate de los problemas de la vida nacional, podría abrir camino hacia una negociación entre los dos polos de poder enfrentados actualmente. Aunque el principal obstáculo que enfrenta ese estatus quo es la percepción social entre la población civil hacia la viabilidad real de que el chavismo y la oposición negocien el poder del país en medio de la actual crisis económica, social y humanitaria.

El experto advierte que los efectos de esa reincorporación se verán de acuerdo a la evolución que tenga el documento que suscribió un pequeño grupo de dicen ser de oposición, que opina “se fue de bruces”, porque ha debido esperar otras señas concretas y contundentes para avanzar y tener credibilidad. En ese sentido, el consultor, recuerda que hasta ahora solo se ha liberado un preso político y a sus escoltas.

Ese argumento de Seguías permite inferir que la legitimidad política del grupo opositor moderado que creó un cuestionado acuerdo con el Gobierno es prácticamente nula, por lo cual genera como efecto un mayor descontento social ante el avance de la crisis y la lentitud con la cual transcurren los tiempos políticos en pro de buscar una salida al deterioro del país.

En referencia a la Asamblea Nacional, afirma que es la instancia institucional más próxima para hallar una solución constitucional a la crisis del país y que a través de ella pueden lograrse acuerdos con el gobierno de Maduro. Agrega que ella está facultada para elegir nuevas autoridades que expresen un equilibrio democrático necesario en el CNE.

De tal forma que, según la percepción de los venezolanos y las encuestas de Datincorp, le resultado evidencia que la mayoría de la población valora y ve al Parlamento como el principal organismo a través del cual se podría mediar una negociación, puesto que su legitimidad jurídica, política y social en el país y a nivel internacional la revisten de confianza como un elemento del Estado para dirimir el conflicto político entre los bandos de Nicolás Maduro y Juan Guaidó (presidente de la AN) con el objetivo de llevar a ambas partes a concertar un acuerdo que estabilice la economía del país para reducir los daños que la propia crisis ha ocasionado en otros sectores de la vida nacional.
Seguías señala que en la oposición no existen las divisiones que muchos suponen, salvo por un factor en particular, y que todos están de acuerdo en que no habrá una rebelión civil y no es posible un golpe militar, como también es impensable una invasión extranjera, y el cese de la usurpación, “que ahora edulcoran”, porque no es viable. “Saben que en Venezuela la única salida que queda es negociar en un proceso en el que todos se sientan incluidos. ¿Eso conlleva una elección presidencial? depende de cómo se hagan las concesiones de cada parte”, sostiene.
Esto implica que, más allá del uso de la fuerza internacional como si se tratara de un escenario bélico, la crisis venezolana debe ser resuelta por mecanismos civiles y políticos debido a los efectos negativos colaterales y prolongados que podría tener una implosión social como ocurrió en 1989 con el llamado «Caracazo» o, en su defecto, un golpe de Estado militar interno.
Ricardo Serrano