La muerte de dos privados de liberad en distintos centros penitenciarios de la entidad fueron reseñados por la ONG Una Ventana a la Libertad. El primer fallecido fue identificado como: Iván José González, de 44 años, tras presentar complicaciones derivadas de la tuberculosis.
El reo se encontraba detenido en las instalaciones del Reclusorio Francisco Delgado Rosales, antiguo retén El Marite, ubicado en la parroquia Venancio Pulgar en Maracaibo. De acuerdo con declaraciones de algunos funcionarios, el recluido falleció dentro de los calabozos del penal, bajo la custodia del Ministerio de Asuntos Penitenciarios.
Los detectives retiraron el cadáver y lo llevaron a la morgue forense para su necropsia. Las autoridades del centro de detención se negaron a dar declaraciones al respecto. Se desconoce cuánto tiempo permaneció recluido González en el penal, por qué delitos lo procesaron y el estado de su expediente judicial.
El otro reo murió en el ‘Universitario’
El segundo reo falleció en una cama del Hospital Universitario de Maracaibo, luego que fuera trasladado por complicaciones de salud.
La víctima, identificada como: Fernando José Páez León, permanecía recluido en los calabozos de la Policía Municipal de Maracaibo (Polimaracaibo), en el sector El Milagro, al este de la capital zuliana.
De acuerdo al reporte médico, Páez murió por un “shock séptico, sepsis con punto de partida respiratorio, neumonía bilateral complicada con tuberculosis y con desnutrición proteica y calórica”.
El cuerpo de seguridad no informó cuánto tiempo estuvo recluido en el centro de salud. Pero por reporte de los medios locales, Páez padecía de tuberculosis desde 2022 y no recibía tratamiento.
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Debido al pésimo estado de salud, el detenido decidió escapar, junto a otros dos reclusos con tuberculosis, del tráiler donde permanecían en las afueras de la sede de Polimaracaibo.
Según un Tweet del fiscal general de la República, Tarek William Saab, Páez recibió el 30 de julio de 2022, sentencia de 26 años y seis meses de prisión por el delito de violación contra una niña. En ese momento, no se le otorgó traslado a ninguna prisión para que cumpliera con su sentencia.
Condenados ¿a muerte?
En un reportaje publicado hace ocho días por Infobae, se afirma que la desnutrición y la tuberculosis son las “primeras causas de muerte” en las cárceles de Venezuela, donde, según reveló este jueves el Observatorio Venezolano de Prisiones en su informe anual, en 2022 fallecieron 76 presos, 55 de ellos “por hambre y falta de atención médica”.
“La tuberculosis y la desnutrición, desde el 2017 y hasta la fecha, son la causa principal de los decesos tras las rejas”, aseguró la organización durante la presentación de su informe en una rueda de prensa virtual.
El observatorio explicó que la situación de hacinamiento, que, aseguró, es del 64,19 %, y el encierro generan la proliferación de patologías como la tuberculosis, neumonía, hepatitis, paludismo, enfermedades cardiovasculares, en la piel y gastrointestinales que, según la investigación, no son correctamente atendidas.
“El abandono de las personas privadas de libertad y las precarias condiciones de reclusión en las que permanecen representa el mayor peligro a la salud. Las cárceles se han convertido en un nicho para la proliferación de enfermedades, en aumento van los casos donde la persona llega al lugar de reclusión en buen estado de salud y en el transcurso de la detención la misma va en detrimento”, subrayó.
El OVP insistió en que el Estado no desarrolló programas de control y asistencia para enfermedades comunes ni activó servicios de salud carcelaria con personal calificado, disponibilidad de medicamentos, atención y medios de traslado en casos de emergencia.
NAM/EFE/Infobae
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