jueves 25 de abril de 2024

¡INNOVACIÓN CULINARIA! Climatarianismo: «La nueva manera de comer sano»

Nos ha quedado claro, según las últimas informaciones, que estamos en plena cuenta atrás para salvar el planeta. Hace falta cambiar muchos hábitos en esta tarea, entre ellos, la forma de alimentarnos.

La ONU recomendaba este verano reducir el consumo de carne en pos de la sostenible: de hecho, se ve al veganismo y al vegetarianismo como las únicas opciones posibles porque la huella de carbono y los recursos que consume la industria agropecuaria son insostenibles al ritmo actual. Sin embargo, hay otra teoría el climatarianismo, que va un paso más allá: no se trata de comer solo productos de origen no animal sino de que todo lo que consumimos sea sostenible. ¿Podría ser la opción climatariana la que ayude a frenar el cambio climático?

Climatarianismo, la dieta baja en carne roja y alta en sostenible

Más que una dieta, es un modo de vida. Y su máxima es consumir alimentos cuya producción tenga una huella de carbono mínima. Producir solo medio kilo de ternera (o cualquier otro rumiante) implica consumir unos 8 litros de agua. Sí, y es que gran parte de los campos de cultivo existentes en la actualidad están destinados al pienso para alimentar a las reses, no se destinan al consumo humano. Y muchas de estas plantaciones son fruto de la deforestación.

Un círculo vicioso que se podría romper reduciendo el consumo de carne roja (las aves o el cerdo tienen una producción más sostenible aunque en el climatarianismo también se comen con mucha moderación).

Comer como un climatariano es, en realidad, el futuro

Sus principios son, básicamente, los que cualquier persona preocupada por el medio ambiente y por un planeta que está agotando sus recursos naturales minuto a minuto, debería seguir. Todo ello junto a la reducción del consumo de carne. Verás cómo todo te suena y no es tan difícil de cumplir:

· Apuesta por el comercio justo, de proximidad y de producción local: la huella ecológica se reduce notablemente cuando lo que compras viene de tu misma provincia.

· Sin envases de plástico, por favor: compra a granel o lleva tu propia bolsa de tela para la frutería y el mercado en general. Incluso un carnicero tiene que aceptar si llevas un tupper para que sirva ahí lo que compres sin usar ningún envase de un solo uso. Por supuesto, la compra se lleva en una bolsa reutilizable o en el carro, nada de plástico.

· No desperdicies comida: calcula, planea y organiza de manera que no tengas que tirar cada semana  un montón de productos frescos estropeados o caducados. Cada español tira 250 euros de comida al año, comida que ha habido que producir, envasar, transportar… En definitiva, contribuyes a aumentar esa huella de carbono y encima para nada.

· Opta por alimentos de producción eficiente: es decir, que no solo no impliquen talar bosques, dejar los terrenos de cultivos inservibles o el uso de fertilizantes o pesticidas extremadamente nocivos. Existen algunos vegetales que son, de hecho, eficientes de cara a la tierra. Por ejemplo, las lentejas, guisantes, garbanzos o habas contribuyen a que el nitrógeno se fije en el terreno de cultivo y lo enriquecen. Sí, hay que comer más legumbres.

NAM/ Agencias