El caso del «Monstruo de la C-3» alcanza un nuevo giro, en el que la progenitora de las abusadas insiste en que todo es mentira y esa no es la realidad, a pesar de que el jubilado de la gobernación admitió los hechos en las declaraciones indagatorias que hiciera al CPBEZ, cuando fuera detenido.
El grado de morbosidad no tiene límites y se convierte en patológico, cuando un hombre es capaz de pasar los límites filiales y dejarse llevar por la más bajas pasiones, sometiendo a sus propias hijas y nieta a un repulsivo acto de incesto. Lo peor es que la madre de las víctimas, a pesar de ya no vivir con él, lo defiende y dice que nada de eso es cierto y se atrevió a ir a la sede policial a exigir su liberación.
El extraño caso no termina allí, funcionarios que atendieron el caso, no salen de su asombro, pues la hija mayor de 23 años, se niega a acusar a su padre, a pesar de que ella es víctima de él desde los 12 años y producto de ese relación incestuosa nació una hija.
La madre de la niña de 10 años fue quien se atrevió a denunciar a su padre, ante el temor que su hija está pasando por esta misma situación, aun a pesar de que la abuela de la niña la amenazara para que no denunciará, ella no se atrevió mantener en secreto esta terrible situación.
Felipe Enrique Hernández Rodríguez de 56 años, jubilado de la Gobernación, fue detenido el miércoles pasado, luego que una de sus hijas acudiera a la coordinación policial a denunciar a su padre, ante la posibilidad de que estuviera violando a su hija de 10 años.
La revelación hecha por la hija de Hernández Rodríguez, dejó a todo en el sitio, quienes no podían creer como este hombre durante tantos años había abusado de cada una de sus hijas, sin que estas lo denunciaran.
Uno de los que atendió las entrevistas indagatorias con las hijas refirió que daba la impresión que las jóvenes estaban hechizadas, encantadas y aleccionadas para aceptar con normalidad lo que vivían.
De la misma manera la confesión del progenitor abusivo los dejó pasmado, cuando el victimario señaló que no había nada de malo en su relación con sus hijas, pues él las amaba y ellas a él, y que para eso les había dado todo.
La fiscal a cargo del caso está poniendo todo su esfuerzo es esclarecer cada una de las situaciones y las responsabilidades, y esperará por las pruebas legales que a lugar deban realizarse, para determinar el grado de culpabilidad.
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NAM
