Los drones dejaron de ser una novedad y se convirtieron en una herramienta cotidiana para muchos departamentos de policía y de bomberos, encontró un nuevo estudio del Centro de Estudios de Drones del Bard College.
El número de agencias de seguridad pública con drones en Estados Unidos se ha duplicado desde fines de 2016, de acuerdo con la información recopilada por la institución de Nueva York.
El centro estimó que hoy en día poco más de 900 agencias de policía, de bomberos y de emergencia tienen drones, con los estados de Texas, California y Wisconsin encabezando la lista, mostró el estudio.
Aunque muchas unidades de drones del orden público apenas comienzan y representan una pequeña fracción de las agencias de seguridad pública del país, los departamentos de policía y de bomberos continúan encontrando nuevos usos.
Los drones son desplegados para tomar fotografías de accidentes de tránsito, para guiar a los bomberos a través de edificios en llamas o buscar a personas desaparecidas y sospechosos de homicidios.
Algunos creen que cambiarán la vigilancia policial, al igual que lo hicieron las laptops en las patrullas o los radios de doble frecuencia y las unidades caninas K-9.
“Con este nuevo entorno en el que estamos con tiroteos, puedes estar sobre una institución y ver a todos los que salen corriendo”, dijo Grady Judd, jefe de un departamento de policía de Florida y quien este año usó dinero de las incautaciones de droga para comprar 20 drones y cubrir toda la zona del condado de Polk durante el día y la noche.
Indicó que los drones únicamente serán utilizados en situaciones de emergencia y no para espiar a la gente. Alrededor de un tercio de los estados, incluido Florida, solicitan que la policía obtenga una orden judicial para poder hacer uso de los drones en una investigación criminal.
Usar drones, agregó Judd, es más barato que enviar un helicóptero y permite obtener una respuesta más rápido. Aquellos equipados con imágenes térmicas pueden detectar a los sospechosos durante la noche.
NAM/AP