sábado 8 de junio de 2024

¡ENTÉRESE AQUÍ! #MeQueer, nueva trinchera de la diversidad sexual

La estela del #MeToo, la campaña contra el acoso sexual hacia las mujeres, ha sumado un nuevo seguidor. En esta ocasión son los gais, lesbianas, bisexuales, transexuales y otras personas con diferentesidentidades sexuales los que han decidido dar la cara en Twitter para narrar sus experiencias.

La etiqueta elegida en este caso es #MeQueer, palabra que en inglés significa raro y que se usa en tono despectivo para referirse a un homosexual como marica. El hashtag #MeQueer se ha extendido durante los últimos días por todo el mundo, hasta convertirse en algunos países como España en trending topic.

Es como si de repente alguien hubiese decidido ventilar un armario en el que durante décadas se han ido acumulando episodios de abusos, odio discriminación y homofobia padecidas por el colectivo LGBTI+. Experiencias que sus protagonistas padecieron en silencio y que ahora ven por primera vez la luz al hacerse públicas.

https://twitter.com/Alcuencaz/status/1033097948647903232

Todo empezó a mediados de agosto cuando el escritor alemán Hartmut Schrewe publicó un tuit con la etiqueta #MeQueer con el siguiente mensaje: “Mi marido es mi marido, no mi amigo. ¿Cuándo terminará esto de una vez?”.

Harmut Scherewe debe de ser el primer sorprendido por la repercusión que ha tenido su escueto y claro mensaje. Primero se viralizó en Alemania, después se extendió por Europa y en los últimos días ha dado la vuelta al mundo, con especial incidencia en Latinoamérica, donde los derechos de los homosexuales son repetidamente atropellados.

Paco Ibáñez, director del Observatorio Español contra la LGBTfobia, interpreta el éxito en todo el mundo de esta campaña no planificada “como la prueba de lo intolerante que es aún buena parte de la sociedad con la diversidad sexual, al mismo tiempo que deja evidencia también el largo camino que queda aún por recorrer para que el colectivo LGBTI+ deje de ser víctima de episodios de odio, intolerancia y discriminación, que padece a diario”.

Aunque Ibáñez no cree –y no es porque no quiera– que el #MeQueer acabe teniendo la repercusión que en su día tuvo el #MeToo, considera, eso sí, que ambas campañas tienen mucho en común. “La violencia que sufre el colectivo LGBTI+ está muy ligada a la que sufren las mujeres, pues el origen es el mismo: la imposición de un rol de género inmutable, donde no se permiten expresiones fuera de los patrones tradicionales”, afirma. Por lo tanto considera que el #MeQueer “es un relevo muy lógico” al #MeToo y una gran oportunidad “para continuar la lucha contra el odio y la discriminación y también para visualizar, al mismo tiempo, determinados comportamientos y actitudes que no se deben de tolerar”.

Twitter se ha inundado en los últimos días de testimonios de personas que narran por primera vez experiencias personales. Una campaña a la que han sumado desde políticos como Ada Colau, Miquel Iceta o Íñigo Errejón, hasta el Ministerio del Interior de España. Y sorprenden historias en las que se narran ataques o muestras de odio contra parejas del mismo sexo por el simple hecho de darse un beso en la calle o pasear cogidos de la mano. “Aunque pueda parecer mentira, lo cierto es que las muestras de cariño y afecto en público siguen generando muchas reacciones inadecuadas por personas que presencian esas escenas”, afirma Paco Ibáñez. En el apartado de los insultos o manifestaciones de odio “las personas trans son las que sufren mayor discriminación durante su fase de transformación en la que no pueden ocultar su identidad de género. Eso las convierte en víctimas propicias de muchos intolerantes y violentos”, denuncia el director del Observatorio Español contra la LGBTfobia, que también es presidente de Colegas–Confederación LGBT Española.

Ibáñez desea que esta campaña que tanto éxito está cosechando en tan pocos días “pueda ayudar, como pedagogía social, a muchos de nuestros aliadas y aliados a superar sus microhomofobias diarias que muchas veces manifiestan sin darse ni cuenta”. Pero va aún más lejos al afirmar que los miles de mensajes y experiencias colgadas en forma de tuit son también una oportunidad “para que muchas personas del colectivo LGBTI+ entiendan que a veces muchos de nuestros comportamientos o actitudes acaban jugando en contra de nosotros mismos”.

En esos mensajes queda de manifiesto la homofobia cotidiana que sigue sufriendo este colectivo. Y eso pasa en un país como España, considerado sobre el papel como uno de los más tolerantes con la homosexualidad del mundo. “Es todo superficial, todavía hay muchos incidentes de odio y discriminación”, reitera Paco Ibáñez.

La Vanguardia