Una celebración propia de varios países que incluye bailes, fiestas, disfraces, y conmemoraciones, tal como lo es las carnestolendas, o mejor conocido como el carnaval que tiene lugar justo antes de la Cuaresma Cristiana que se inicia el Miércoles de Ceniza. Festividad que muchos celebran, pero pocos saben su historia y su significado.
El carnaval se trata de una fiesta que dura tres días para despedirse de la carne, tal como su significado lo indica “adiós a la carne”, por el periodo de penitencia que sucede luego; los 40 días de ayuno y abstinencia que transcurren desde sus inicios hasta la Pascua de la Resurrección.
Sus orígenes se remontan en Roma, por la conmemoración a Saturno, el dios de la agricultura, donde los romanos durante esos días no tenían límites. Es decir, estaba permitido todo tipo de excesos, se celebraba con desfiles, bailes, sacrificios de animales para atraer la fortuna y sus participantes por ser un periodo de descontrol se ocultaban bajo máscaras, disfraces u otras ropas para preservar su identidad.
Tiempo más tarde, se marca un antes y un después en la celebración conocida como el carnaval, cuando la Iglesia Católica llega al Imperio Romano y toma en aquel momento el control de la mayor parte de las celebraciones paganas que se realizaban hasta entonces, eliminándolas o convirtiéndolas al cristianismo. El nuevo formato que la iglesia le da a estas celebraciones, es que pasan a ser reorientadas, resignificadas y son introducidas dentro de su calendario litúrgico.
En este sentido, el carnaval cobra vigencia para la iglesia católica y surge una mezcla donde se une lo pagano con lo religioso, puesto que es una festividad que no tiene nada que ver con la religión, pero enmarca el día en que empieza la cuaresma, en otras palabras, encuadra las celebraciones cercanas a la semana santa.
Miércoles de ceniza
Para la Iglesia Católica, un día emblemático que señala su calendario litúrgico es el Miércoles de Cenizas, fecha que da inicio al camino espiritual de ayuno y abstinencia, en memoria de los cuarenta días que ayunó Jesús en el desierto. Un día que enmarca la preparación de los católicos para la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
Cada año, el Miércoles de Ceniza para los fieles católicos alrededor del mundo, además de realizar un ayuno donde reducen la cantidad de comida que consumen, se abstienen a comer carne y mediante estos sacrificios se purifican y piden perdón a Dios. También durante este día los feligreses asisten a la imposición de cenizas, donde los sacerdotes aplican cenizas en la frente de los fieles, haciendo la señal de la cruz mientras recitan las palabras: “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás” o “Conviértete y cree en el Evangelio”.
El origen de las cenizas utilizadas en la misa, es de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior, donde se queman, se rocían con agua bendita y se aromatizan con incienso, con la finalidad de que los fieles reciban el Sacramento de la Reconciliación de jueves santo.
La cuaresma Cristiana
Al entrar al tiempo de los 40 días los feligreses se basan en tres pilares, que son el ayuno, la oración y limosna que han sido desde muy antiguo una práctica cuaresmal que demuestra un tiempo de conversión a fin de llegar a la pascua santificados.
El delegado de Liturgia de la Archidiócesis de la ciudad de Sevilla, España, Luis Rueda, explica en qué consiste este periodo de preparación a la Pascua. “La particularidad de la Cuaresma es que nos preparamos para la Pascua y lo hacemos convirtiéndonos al Señor. Es un periodo intenso de vivencia de nuestros compromisos bautismales y, si nos hemos extraviado en los caminos que el Señor nos manda en el Evangelio, volvamos para celebrar la Pascua”.
Además, indicó el proceso durante la cuaresma, y como es implementado un ayuno efectivo. “El ayuno es abstenerse de comer. Solo es obligatorio el viernes Santo y el Miércoles de Ceniza. La Iglesia permite tomar algún alimento al mediodía, la mañana y la noche, pero este ayuno significa que yo también me abstengo del mal. Es el dominio sobre uno mismo. Tendemos al egoísmo y lo tenemos que dominar. También nos abstenemos de manjares y de ocio que podamos tener, como son las redes sociales”.
Según Luis Rueda los tres pilares de la cuaresma; el ayuno, la oración y la limosna se relacionan, “si yo me domino a mí mismo y no soy tan egoísta, me abro a los demás. Si me abstengo de comer manjares no es para ahorrar dinero, sino para compartirlo con los que menos tienen. Si me abstengo del móvil, es para dialogar con todas las personas. Todo está relacionado”.
Festividades emblematicas que a pesar de su antiguedad, evolucion y cambios de significados siguen vigentes hasta nuestros dias. Produciendo recuerdos, un impacto y un posible cambio de vida a quienes las celebran. Celebraciones que llenan de alegria, emoción y mucha fé para los feligreses.
NAM/Jerusa Fernández/Pasante
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