En el marco del acuerdo posbrexit alcanzado el jueves 24 de diciembre con la Unión Europea, el Reino Unido anunció que abandonaba el programa de intercambio universitario europeo Erasmus, citando cuestiones de costos. Una decisión que obligará a los estudiantes europeos a pagar la totalidad de la matrícula en el Reino Unido, a la espera de un programa global que reemplace Erasmus, como prometió Boris Johnson.
Tras diez meses de espera y cuatro años de duras negociaciones, la Unión Europea y el Reino Unido lograron el jueves 24 de diciembre concluir un acuerdo comercial para su relación posbrexit.
En este contexto, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció que su país también abandonaba el programa europeo de intercambio Erasmus. Destacando que esta fue una «decisión difícil», Johnson dijo que si bien era «algo maravilloso» acoger a tantos estudiantes europeos, el programa era «extremadamente caro» para el Reino Unido, que ha sido miembro desde su creación en 1987.
El jefe del gobierno conservador anunció un programa nacional para permitir a los estudiantes británicos estudiar en «las mejores universidades» del mundo, no sólo en Europa. El nuevo programa se llama Alan Turing, por el famoso matemático británico.
El negociador europeo, el francés Michel Barnier, expresó su «pesar» por el abandono de Erasmus por parte del Reino Unido, pidiendo al gobierno que muestre «rápidamente» y con «claridad” la solución alternativa que desarrollará.
Para los aproximadamente 150.000 estudiantes europeos que se encuentran actualmente en el Reino Unido, inscribirse en una universidad británica será ahora más caro y más complicado.
Para Alexandre Mazella, estudiante francés de Erasmus en la Universidad de Warwick, entrevistado por Sophia Khatsenkova, la decisión de terminar el programa «es una pérdida tanto para la Unión Europea como para el Reino Unido: creo que este programa era una forma de difundir la cooperación entre ambos», y «con esta salida del Reino Unido, habrá muchos más obstáculos, aunque sólo sean materiales», en un país «que tiene universidades que ofrecen tasas de matrícula muy, muy altas».
NAM – AFP
