Cuando el ser humano es sensible ante las situaciones de crisis y se juntan las ideas en torno a propiciar un cambio positivo, alternativas para dar uso a los desechos en un concepto de reciclaje productivo, surgen fundaciones como ‘La Papelera tiene Hambre’ con diez años de trabajo tenaz en procura de un medioambiente más sano.
Su representante de Medios, Antonio Soto, visitó esta mañana Metrópolis 103.9 para conversar en ‘Avanza’ con Henry Ramírez sobre los avances de la fundación, los planteamientos y los proyectos que ahora mismo están desarrollando en comunidades haciendo uso del plástico, un material altamente contaminante al cual le dan un uso ecológico digno de propagar e inclusive financiar.
“La Papelera tiene Hambre nace de ver esa necesidad y de ver tantos desperdicios y vertederos a cielo abierto y en el año 2012 nos empezamos a organizar como movimiento y éramos estudiantes universitarios en aquel tiempo ya hoy somos una fundación, super agradecidos con la receptividad de la gente”.
Soto manifestó que “si bien no todo el mundo está ganado a participar en este tema del reciclaje comunitario, aún hay mucha gente consciente que se involucra, que les preocupa el medioambiente en sus comunidades, en su ciudad y hemos contado, gracias a Dios, con apoyo de distintas instituciones. El IMA siempre ha sido un aliado, fundamentalmente en las jornadas de limpieza de playas, cuando hemos necesitado apoyo en comunidades piloto y hemos contado con ellos y con el IARA”.
Urge una política seria de reciclaje
Soto reconoce que cada día, por la situación país, más gente se ha dedicado a vivir del reciclaje, no solo del plástico sino de otros materiales como hierro, aluminio y chatarra. Abundan ahora los carromatos en toda la ciudad hurgando los basureros en busca de algún elemento de reciclaje, pero no se hace de manera legal ni bajo una política de reciclaje bien concebida y con el acompañamiento institucional que debería.
“Cada vez hay más personas que emprenden en las recicladoras, en las recuperadoras de reciclaje, pero al no haber un piso jurídico e institucional, se hace de forma ilegal sin un registro comercial adecuado y sin un orden acertado y esa es una lucha donde debemos involucrarnos en un tema de legitimar esa actividad con políticas municipales que contribuyan a legalizar y fiscalizar esta actividad para que sea bien llevada, bien organizada y sea incluso fuente de ingresos”.
Conoce los “Ecobloques”
Soto parte de la premisa de que el problema también parte de una educación y formación en consciencia sobre el tema, por eso la fundación concibe un programa que han denominado ‘Educar es la Tarea’ “La comunidad piloto es la de Ciudad Lossada, parroquia Ildefonzo Vásquez, involucrando a todas las personas, a las madres procesadoras, las líderes comunitarias a buscar alternativas que nos ayuden a reducir los altos niveles de contaminación realizando los ‘ecobloques’ que es una extraordinaria alternativa para la construcción, probada además en otros espacios en el mundo”.
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“Los ecobloques –detalla Antonio Soto- son botellas plásticas que generamos en casa donde vamos a concentrar todos los elementos plásticos que generamos como desechos: blíster de pastillas, cepillos dentales viejos, etcétera y eso se introduce dentro de la botella y lo vamos compactando con un palito o un lápiz y cuando eso ya esté bien compactado, eso funciona para la construcción”.
Se trata de una botella de dos litros o de uno punto cinco de esas de refresco o afín, donde se va a introducir todo el elemento plástico de desecho que se genere en casa hasta llenar esa botella para luego hacer un uso de ese recurso para construir.
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Dando el ejemplo
La cerca perimetral de la escuela Luz del Saber, en Ciudad Lossada será el ejemplo más palpable de esta nueva alternativa de construcción haciendo uso del reciclaje, informa Antonio Soto. Los estudiantes están involucrados junto con sus docentes en este proyecto.
“Si a partir de estas ideas se articulan las instituciones con las comunidades para darle viabilidad y financiamiento a estos conceptos, estamos seguros que los índices de contaminación bajarán y que los costos en algunas construcciones también, el plan lo tenemos, la idea la tenemos, falta darle formalidad a nivel de política municipal y regional para que la idea pase a la acción concreta y sostenible”.
Hay mucho por hacer
En la conversación, Henry Ramírez hablaba de la experiencia de la industria del reciclaje en Colombia y otros países que generan un componente económico importante, retributivo que es bueno plantearlo y concretarlo en Venezuela, en el Zulia específicamente.
Ante el planteamiento, Soto añadió que “hay mucho por hacer, porque no solo es el plástico, es la goma, el caucho, el vidrio; aquí no hay quien procese vidrio y nos llegan muchos elementos de vidrio, desechos en vidrio que no hay donde procesarlos, entonces, hacia allá debe empujarse el proyecto de comenzar a generar esa consciencia, primero de que sepamos clasificar los desechos y luego constituir esas procesadoras y recicladoras que manejen esos desechos y se haga de ellos elementos productivos y que generen recursos”.
“En Maracaibo –destacó- no hay nadie que te procese el vidrio, entonces, la gente puede clasificar y masificar elementos de vidrio y ¿qué hacemos con eso luego, si no hay quien lo procese? Entonces allí hay un trabajo que hacer”.
Soto reconoce que “no hay voluntad política para trabajar el tema del reciclaje y eso atenta contra quienes tenemos estas iniciativas, porque trabajar aislados o solos sin la consolidación de una política que motorice esta actividad es difícil, sin embargo, aquí estamos echando el resto y seguimos planteándolo hasta que haya alguno que crea en el reciclaje y se aboque a darle a esto un verdadero sentido de pertinencia”.
Desechos electrónicos tienen sus dolientes
Soto informó que en cuanto a los desechos electrónicos se está haciendo un trabajo e invitó a la colectividad a buscar en redes sociales: @soluciones_eco_alternativas son emprendedores que están buscando piezas de residuos electrónicos para darles un uso a través del reciclaje, ellos también necesitan el acompañamiento.
Anótate
Antonio Soto informó que en este instante están haciendo una jornada de recolecta, invitando a empresas y marcas que deseen aportar cemento, arena roja y cal: “Porque, estamos construyendo, como ya dijimos, la cerca a la escuela Luz del Saber, que tiene mucha necesidad. Necesitamos 5 mil ecobloques, ya tenemos 1.200 ecobloques hechos por parte de la comunidad y otros que nos han donado y será la primera construcción en el Zulia fabricada con los ecobloques, es decir, con materiales de reciclaje”.
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Añadió que “este viernes (mañana) tendremos una jornada de orillas limpias, que es nuestro programa de Limpieza de Bahías, lo vamos a hacer en la isla Mágico Manglar que es la que está frente al Centro Comercial Lago Mall, vamos a salir en Kayak desde el Parque La Marina hasta la isla y realizar allí la edición de Orillas Limpias”.
NAM/Redacción/Joely Parra/Avanza
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