sábado 20 de abril de 2024

¡CON AUTORIDAD! Barcelona toma el liderato de la forma más amarga

El Barça llegará al clásico ante el Real Madrid como líder de la Liga. Sin dudas de juego tras confirmar ante el Sevilla, pese a un accidentado final, que la crisis ya ha pasado de largo. Pero lo hará con un dolor de cabeza inesperado. Porque el partido que confirmó al vigente campeón como máximo favorito, por si había dudas, a revalidar el título se llevó por delante a Leo Messi. Un cuarto de hora tardó el argentino en decidir el duelo con una asistencia y un nuevo gol a su víctima favorita. Pero una inoportuna lesión en el codo dejó helado al Camp Nou y enormes dudas sobre su presencia en el encuentro ante el Real Madrid.

Pese al sabor amargo que dejó la lesión del argentino, este parón de selecciones parece haber sentado de maravilla al Barça. También a Valverde, que en este tiempo revisó a fondo su librillo para terminar aplicando una lógica aplastante. El técnico optó ante el Sevilla, hasta esta noche líder, por el once que más alegrías le ha dado en lo que va de temporada. Con Arthur, consolidado en el centro del campo, y Coutinho, que se reivindica en cada encuentro con goles importantes.

Con el liderato en juego, el Barça se tomó el partido como una final. Desde el principio importó cada balón. La electricidad la ponía Messi, iluminando con su talento el Camp Nou como tantas y tantas noches. Tardó dos minutos en dar una fabulosa asistencia a Coutinho tras jugada personal. A los diez marcó un gol marca de la casa. De esos que se hinchó a enviar a la red en sus inicios. Incurriendo desde la derecha hasta la frontal y colocando el balón pegado al poste. El Barça apabulló al Sevilla mientras Messi estuvo sobre el campo.

Pero justo cuando la exhibición de fútbol combinativo del Barça había llegado a su máxima expresión, llegaron las peores noticias para el Barça. Messi se fue al suelo tras retorcerse el codo y las alarmas saltaron de forma inmediata. El gran momento de forma del argentino y la cercanía del clásico hacían una lesión complicase los planes de Valverde de forma dramática.

Le dolió al argentino la luxación en su codo. También al público y sobre todo al fútbol. Ver como el mejor jugador del mundo abandonaba el campo entre fuertes dolores dejó aplatanado al resto del personal. La lesión no parecía revestir de una enorme gravedad, pero si Messi sufre, el fútbol se estremece.

El delantero argentino del FC Barcelona, Leo Messi, se duele tras una jugadaEl delantero argentino del FC Barcelona, Leo Messi, se duele tras una jugada (Alejandro Garcia / EFE)

Sin el diez, el partido perdió trascendencia e intensidad. La genialidad del argentino había convertido el duelo en algo especial. Sin él, carecía de interés incluso para los que lo jugaban. Desde ese momento lo vivido en el Camp Nou pareció durante muchos minutos un partido amistoso en el que el miedo y la desconcentración era generalizada.

El Barça porque no contaba con su mejor futbolista sobre el campo. El Sevilla, conmocionado todavía por el primer cuarto de hora primoroso del Barça, pedía una tregua ante tanta superioridad. Preferían los de Machín recomponerse antes que buscar la ofensiva. Fue el Barça el que volvió a visitar la portería de Vaclik a la contra antes del descanso. Dembelé y Luis Suárez se asociaron para buscar espacios en la adelantada defensa sevillista. Rozó el gol Rakitic, pero no dispuso de finura para hacer el tercero.

El Barça llegará al clásico ante el Real Madrid como líder de la Liga. Sin dudas de juego tras confirmar ante el Sevilla, pese a un accidentado final, que la crisis ya ha pasado de largo. Pero lo hará con un dolor de cabeza inesperado. Porque el partido que confirmó al vigente campeón como máximo favorito, por si había dudas, a revalidar el título se llevó por delante a Leo Messi. Un cuarto de hora tardó el argentino en decidir el duelo con una asistencia y un nuevo gol a su víctima favorita. Pero una inoportuna lesión en el codo dejó helado al Camp Nou y enormes dudas sobre su presencia en el encuentro ante el Real Madrid.

 

 

Pese al sabor amargo que dejó la lesión del argentino, este parón de selecciones parece haber sentado de maravilla al Barça. También a Valverde, que en este tiempo revisó a fondo su librillo para terminar aplicando una lógica aplastante. El técnico optó ante el Sevilla, hasta esta noche líder, por el once que más alegrías le ha dado en lo que va de temporada. Con Arthur, consolidado en el centro del campo, y Coutinho, que se reivindica en cada encuentro con goles importantes.

Messi ilumino al Camp Nou con un cuarto de hora fabuloso

Con el liderato en juego, el Barça se tomó el partido como una final. Desde el principio importó cada balón. La electricidad la ponía Messi, iluminando con su talento el Camp Nou como tantas y tantas noches. Tardó dos minutos en dar una fabulosa asistencia a Coutinho tras jugada personal. A los diez marcó un gol marca de la casa. De esos que se hinchó a enviar a la red en sus inicios. Incurriendo desde la derecha hasta la frontal y colocando el balón pegado al poste. El Barça apabulló al Sevilla mientras Messi estuvo sobre el campo.

Pero justo cuando la exhibición de fútbol combinativo del Barça había llegado a su máxima expresión, llegaron las peores noticias para el Barça. Messi se fue al suelo tras retorcerse el codo y las alarmas saltaron de forma inmediata. El gran momento de forma del argentino y la cercanía del clásico hacían una lesión complicase los planes de Valverde de forma dramática.

Le dolió al argentino la luxación en su codo. También al público y sobre todo al fútbol. Ver como el mejor jugador del mundo abandonaba el campo entre fuertes dolores dejó aplatanado al resto del personal. La lesión no parecía revestir de una enorme gravedad, pero si Messi sufre, el fútbol se estremece.

 

 

 

El delantero argentino del FC Barcelona, Leo Messi, se duele tras una jugadaEl delantero argentino del FC Barcelona, Leo Messi, se duele tras una jugada (Alejandro Garcia / EFE)

Sin el diez, el partido perdió trascendencia e intensidad. La genialidad del argentino había convertido el duelo en algo especial. Sin él, carecía de interés incluso para los que lo jugaban. Desde ese momento lo vivido en el Camp Nou pareció durante muchos minutos un partido amistoso en el que el miedo y la desconcentración era generalizada.

El Barça porque no contaba con su mejor futbolista sobre el campo. El Sevilla, conmocionado todavía por el primer cuarto de hora primoroso del Barça, pedía una tregua ante tanta superioridad. Preferían los de Machín recomponerse antes que buscar la ofensiva. Fue el Barça el que volvió a visitar la portería de Vaclik a la contra antes del descanso. Dembelé y Luis Suárez se asociaron para buscar espacios en la adelantada defensa sevillista. Rozó el gol Rakitic, pero no dispuso de finura para hacer el tercero

Luis Suárez volvió a marcar un mes después en la liga

 

 

Solo en los últimos minutos del primer tiempo el Sevilla se atrevió a dar un paso adelante. Siempre con el temor de que en otro contragolpe tocase hueso el Barça. Sin embargo, Ter Stegen no tuvo que intervenir. La mejor opción de los andaluces llegó en un tempranero disparo al palo de Arana. Desde ese momento se agotó su producción ofensiva.

Tras el descanso el Sevilla intentó intimidar al Camp Nou con una salida intensa. El balón frecuentó el área azulgrana sin demasiada concreción. El partido se decidiría a favor del Barça en dos jugadas consecutivas. Ter Stegen evitó con una mano prodigiosa el gol de André Silva. En la siguiente acción, otra salida rápida, Luis Suárez provocó un penalti que él mismo ejecutaría con más tranquilidad de la que demuestra en su juego.

El guardameta alemán del FC Barcelona, Marc-Andre ter Stegen, durante el encuentro frente al Sevilla
El guardameta alemán del FC Barcelona, Marc-Andre ter Stegen, durante el encuentro frente al Sevilla (Alberto Estévez / EFE)

El uruguayo volvió a marcar en Liga un mes después. Lo mereció por su persistencia y empeño. Pero no es menos cierto que malgastó varias ocasiones claras. Sea como fuere, nunca es malo que un jugador de rachas como él anote con un clásico a tocar. Pero el aviso de André Silva no sería el último. Como tampoco las intervenciones de Ter Stegen.

 

 

En la recta final, el encuentro se abrió más de lo que le hubiese gustado al Barça y el Sevilla gozó de varias ocasiones claras. Sarabia y Muriel recortaron distancias y Rakitic sentenció el duelo. En esos minutos emergió el portero azulgrana como figura clave para evitar que el marcador se acortase.

Con este triunfo el Barça confirma las buenas sensaciones que dejó ante el Valencia. Pasó de largo la crisis de resultados y el liderato es una noticia tan lógica como tranquilizadora para Valverde. La única preocupación, que es máxima, será la salud de Leo Messi. Una semana para mimar al máximo el brazo del diez.

NAM – La Vanguardia