viernes 26 de abril de 2024

¡REGRESAN LAS PIRAÑAS DEL CABELLO! Peluquera maléfica y su marido drogan mujeres en La Curva de Molina para robarles su pelo

Lo que descubrió la policía este miércoles, 21 de abril en La Curva de Molina, al oeste de Maracaibo es el resurgir de “las pirañas” del cabello, una vieja práctica que se encontraba adormecida, pero que despierta con sus mecanismos lúgubres y evidentemente más delictivos: El tráfico de cabello. Una dama fue víctima de un acto atroz entre una “peluquera” y su esposo inmiscuidos en este negocio sucio para obtener dólares a través de la venta de piezas de cabello en el vecino país de Colombia. Presten atención a esta historia y estén alertas, porque “las pirañas” están de vuelta.

Funcionarios del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (CPBEZ) Maracaibo Oeste, detuvieron a un individuo quien junto con su mujer, de oficio peluquera, se dedican al tráfico de cabello.

El informante vinculado con el cuerpo policial detalló que la “peluquera maléfica”, haciendo uso de unos caramelos que ofrecía con insistencia y a un precio muy, muy barato a mujeres seleccionadas, las drogaba, las adormecía y luego las raptaba, las introducía en su peluquería y les cortaba cuanto cabello pudiera, para luego dejarlas botadas a su suerte.

“Llegaban vendiendo esos caramelitos pequeños, como las frunas, que son baratos y por supuesto, se los ofrecían a mujeres con bonita y larga cabellera. Luego las seguían hasta verificar que éstas se comieran el caramelito y éste de inmediato hace el efecto deseado, drogar a la víctima”, reafirmó el informante.

“Caramelitos para endulzar el día, mire, bien baratos, cómpreme uno y yo le regalo uno, se los come de una vez para que endulce este día tan caluroso y así me ayuda para comer…Aquí tengo 20 caramelos por 10 bolívares”.

Se necesita labia, persuasión, dominio de la escena para lograr que la ingenua compre el caramelo y se lo coma de una vez, porque ese es el objetivo. No sirve de nada que la clienta compre y lo guarde, eh ahí lo maquiavélico, lo maléfico de este par de delincuentes. Desgraciadamente una mujer de lindo cabello, identificada como Josefina Chacón Flores cayó en la trampa y esta es su historia:

Así pasó

El miércoles 21 de abril, hace tres días, Josefina Chacón, de buena cabellera, fue cazada y seleccionada por el par de tijeras malignas.

La mujer persuasiva le ofreció los caramelos, le destapó uno: “Probálos mamita, están buenos, endulzate mija, porque hay que endulzar la vida con tanta calamidad…”

La víctima, buena gente, no solo compró los caramelos sino que se “endulzó” con el que ésta le dio a probar y ahí comenzó todo.

“Comencé a sentir una reacción en el cuerpo, de entrada en la lengua. La lengua se me comenzó a dormir y luego sentí que me desvanecía como si es que el alma se me estuviera saliendo del cuerpo”, detalló la víctima a la policía.

Prosiguió: “Yo estaba como borracha, toda desorientada y recuerdo que vi una tipa con un turbante en la cabeza en compañía de un tipo y sentí que me agarraron por la cintura y me metieron en una casa”.

La víctima apenas podía medio recordar: “Vi que frente a esa casa donde me metieron, había una fritanga, una venta de frituras. Yo me vi de pronto sentada en el callejón de esa casa y me preguntaba toda timorata qué hacía yo allí. Solo escuché cuando la mujer me dijo que me quedara quieta que ‘eso me volvía a salir’ y sentí el cortón de cabello”.

La policía reveló que no le fue cortado todo el cabello o un tirón largo de pelo, sino por mechones y luego le hicieron una especie de moño con lo que le dejaron y la dejaron botada en la plaza que recién se inauguró en La Curva.

“Me vi en la plaza, en La Curva, toda mareada, con mi cabello recogido con un moño (…) Yo no recuerdo como llegué a mi casa –vive en La Concepción- Ya en casa comencé a sentir fatiga, dolor de cabeza y mareos. Me meto al baño y me suelto el moño ahí es que me doy cuenta que me trasquilaron toda la cabeza”.

La víctima acusó fiebre y malestar en su cuerpo durante toda la noche y en la mañana contó a sus familiares la odisea y éstos acudieron a la policía.

Introdujeron la denuncia en el Comando Policial Maracaibo Oeste y de inmediato se activó el procedimiento policial.

Afortunadamente –revela la fuente- la dama recordó el sitio exacto donde la abordaron estos dos “tijeras malignas”

La policía llegó hasta la casa donde a la víctima le cortaron su cabello. Un inmueble situado en el barrio Raul Leoni, en la calle 79, casa N° 91-91.

La propietaria de la casa, de nombre Lisbeth Coromoto Cerrano Pernía, en el comando policial, manifestó que ella le alquilaba una zona del inmueble a una señora llamada Glenda Martínez que es peluquera y ejerce ahí su oficio.

La arrendataria del porchecito agregó que recibía un dólar de paga por el alquiler de ese espacio donde regularmente la mujer cortaba cabellos a sus clientas.

La policía reveló que Glenda Martínez se fue a Colombia a vender ocho moños que había arrancado, tal vez de distintas personas, mientras su esposo y cómplice quedó en Maracaibo y fue localizado y posteriormente detenido por la policía.

Peluqueros maléficos

La susodicha peluquera quedó identificada como: Glenda Isabel Martínez Gómez y su marido de nombre: Yorwin José Quintero Urdaneta Este último puesto a la orden del Ministerio Público.

Sobre la mujer pesa orden de captura y ya la policía está coordinando con los cuerpos de seguridad del Estado, incluso con la policía de Colombia para la localización y captura de esta macabra mujer.

Del negocio de cabello

En fecha 13 de agosto de 2013, el portal NOTIAMÉRICA publicó un reportaje con detalles sobre esta macabra práctica que para ese tiempo tuvo gran auge en el estado Zulia.

El dueño de una tienda de pelucas y extensiones en Maracaibo, cuyo nombre fue omitido en ese reportaje, explicó que una peluca “nivel uno” conformada por cabello natural puede costar unos 1.500 euros.

Entonces, estas “tijeras maléficas” fueron bautizadas como “las pirañas” por la modalidad de arrancarles el cabello a sus víctimas en plena vía pública, aprovechando el tumulto de personas que caminan por los comercios del centro.

Las víctimas, solo sentían el jalón en la cabeza y cuando se veían era sin su larga cabellera. “las pirañas” las cogían por el moño, o por el cabello largo y halaban al mismo tiempo que con su tijera, trozaban el pedazo de cabello y huían raudas.

Pero, otro de sus modus operandi era actuar en grupos, amenazar a la seleccionada con un arma blanca o arma de fuego y someterla. Dos por delante y la tercera con senda tijera mochaba el cabello a la víctima.

Aunque no está tipificado como delito el robo de cabello en Venezuela, si lo es el halar, violentar, amedrentar o amenazar a las víctimas de esta práctica y peor aún si son dormidas usando drogas.

En junio de 2020, la Guardia Nacional Bolivariana detuvo a cinco personas en Clarines, estado Anzoátegui, por contrabando de cabello humano. Los funcionarios incautaron 2 maletas que estaban llenas de cabello, el cual estaba oculto en un doble fondo.

Entre los años de 2013 y 2014 se hizo famosa esta banda “roba cabellos” conocida en Venezuela como “las pirañas” en honor al pez que ataca rápido a su presa. Los integrantes solían actuar en grupos de tres, comúnmente mujeres, quienes también se dedican a sustraer carteras y otros objetos de valor.

María Duarte, una trabajadora social de 25 años, relató en ese tiempo cómo fue atacada por tres mujeres alrededor de las 4.00 de la tarde del 10 de agosto.

Mientras dos controlaban las manos de María, la otra sacó una tijera podadora y cometió el corte. Los ladrones luego vendían su botín en precios que oscilaban entre 1.000 y 2.000 bolívares (100-200 euros en aquella época del 2013) a peluquerías y centros de estética, en los que ofrecen el servicio de extensiones de cabellos.

Pero la  práctica se extendió hacia el vecino país, pues el buen cabello de una hermosa mujer venezolana está considerado como una materia prima de primera para la fabricación de pelucas y extensiones que se venden a altísimos costos.

La policía ha desplegado un operativo de seguimiento en La Curva de Molina y alerta a las ciudadanas que transitan por Las Playitas y Las Pulgas. Tengan cuidado, porque vuelven “las pirañas” del cabello

NAM