El número de muertes relacionadas con el impacto de Florence sobre la costa sureste de Estados Unidos subió este domingo a 13, mientras el ciclón sigue debilitándose y se degradó a tormenta tropical.
Este sábado, tres personas murieron en el condado de Duplin debido a «riadas y balsas de agua en las carreteras», según información del alguacil local, y este mismo día se conoció que una mujer falleció en Carolina del Sur después de que su automóvil chocase con un árbol que había caído sobre un camino.
Muy cerca de esta ciudad, en Wrightsville Beach, también en Carolina del Norte, había tocado tierra horas antes Florence como huracán de categoría 1, y vientos máximos sostenidos de 150 kilómetros por hora, aunque llegó a alcanzar el nivel 4 en la escala Saffir-Simpson, que tiene un máximo de 5.
A pesar de este progresivo debilitamiento debido a su alejamiento de la costa, los expertos del NHC alertan de que Florence seguirá dejando «riadas y grandes desbordamientos de ríos» en una «proporción significativa» de Las Carolinas.
NAM/Clarín