Una docena de quirófanos, un millar de camas, equipos de diagnóstico y centenares de médicos, enfermeras y técnicos: Estados Unidos enviará un buque-hospital de la Armada a las costas de Colombia para ayudar a paliar el drama humanitario de los venezolanos que huyen de su país y se instalan en territorio colombiano.
La decisión se tomó en el marco de la visita del secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, a Bogotá, luego de un desayuno que este viernes mantuvo el funcionario en la Casa de Gobierno con el flamante presidente colombiano, Iván Duque. El jefe del Pentágono culminó este viernes en Colombia su gira por Sudamérica, que incluyó escalas en Brasilia, Río de Janeiro, Buenos Aires y Santiago.
Estados Unidos tiene dos barcos hospitales, el Mercy y el Comfort, de características similares. Miden unos 272 metros de eslora (largo) y 32 de manga (ancho) y se trasladan a una velocidad de 17,5 nudos. Puede llevar a bordo 65 marinos de servicio civil y hasta 1215 miembros del personal médico naval y civil, que podría provenir de varios países, incluso de la Argentina.
El buque
El Comfort está hoy amarrado en Norfolk, Virginia. El Mercy en San Diego, California. Ambos tienen una dotación mínima, pero pueden alistarse para zarpar en cinco días con la tripulación y los equipos completos. No es la primera vez que un navío de este tipo llega a Colombia. El Comfort estuvo apostado en la costa colombiana del Pacífico, en 2015, para brindar ayudar sanitaria a la población de Buenaventura. Es probable que esta vez se instale en las costas del Caribe, más cerca de la frontera con Venezuela.
El envío de esta nave permitirá aliviar la delicada situación de los servicios sanitarios colombianos, que se han visto colapsados por la llegada de más de un millón de refugiados que escapan de la crisis venezolana. El tema, que preocupa a Estados Unidos, fue abordado por Mattis en todos los países que visitó durante su gira. El asunto surgió inevitablemente en Brasil –que también tiene frontera con Venezuela- Chile y Argentina, donde también han llegado decenas de miles de personas que escapan del régimen de Nicolás Maduro.
En la reunión que Mattis mantuvo con el ministro de Defensa Oscar Aguad, el miércoles en Buenos Aires, se habló del consenso que existe sobre que la solución de la crisis venezolana debe ser política y no militar, y la necesidad del envío de ayuda humanitaria.
La de Bogotá fue la última escala de la gira por Sudamérica del jefe del Pentágono, que regresó con su comitiva a Washington por la noche.