El gigante de las bebidas PepsiCo adquirió el lunes al fabricante de gaseosas de Israel, SodaStream, por 3.200 millones de dólares, un gran beneficio para una compañía que ha resurgido tras haber sido atacada por un movimiento en contra de Israel en el pasado.
PepsiCo anunció que adquiriría todas las acciones de SodaStream por 144 dólares la acción, una prima del 32% al precio promedio ponderado a 30 días.
Hace unas semanas, SodaStream reportó sus resultados más sobresalientes en la historia de la compañía: un aumento del 31% en ingresos respecto al año pasado a 172 millones de dólares, un brinco del 89% en ganancias de operación a 32 millones de dólares y un incremento del 82% en ganancias netas a 26 millones de dólares.
La presidenta y directora general de PepsiCo, Indra Nooyi, dijo que las compañías eran una “unión acertada” dado que el objetivo de ambas es reducir el desperdicio y limitar su impacto ambiental.
“Juntos podemos avanzar en nuestra visión compartida de un planeta más sano, más sustentable”, indicó Nooyi.
SodaStream fabrica máquinas que permiten que la gente haga bebidas gaseosas en su casa y se ha posicionado como un proveedor de productos más sanos en contraste con las tradicionales bebidas azucaradas y gasificadas. El director general de SodaStream, Daniel Birnbaum, dijo que la acción con PepsiCo marca una “validación de nuestra misión para ofrecer soluciones más sanas, convenientes y amigables al medio ambiente a los consumidores del mundo”.
Hace tres años, SodaStream cerró su fábrica en Cisjordania entre peticiones por boicots internacionales y, en su lugar, abrió una nueva fábrica en el desierto Néguev de Israel.
NAM/AP