miércoles 24 de abril de 2024

¿ANCLAJE ANTI-INFLACIÓN? Consecomercio: El petro funcionará si se usa como el nuevo real en Brasil

Ante el prolongado y desgastante proceso por el cual la economía venezolana ha mutado hacia un sistema caótico y dinámico de estructuras de generación de capitales y «sub-economías» de alto lucro que operan en paralelo al Estado y a los sectores formales de la vida nacional, así como del mercado laboral formal e informal, se hace cada vez más urgente la necesidad de que, si la mayoría de los venezolanos llega a considerar la dolarización oficial (por efecto de la hiperinflación) como una medida perjudicial, en su defecto se aplique entonces un programa de anclaje del bolívar a una nueva moneda para recuperar su valor progresivamente.

Y es que Felipe Capozzolo, presidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), destacó la pequeña expansión económica observada en los últimos meses pero advirtió que ese fenómeno no se está dando  en todos los estratos sociales ni en todas las regiones del país.

Ese fenómeno ha ocurrido como producto del inmenso caudal de dólares que han ingresado al país por vías lícitas e ilícitas procedentes de negocios con altas rentas en moneda estadounidense y que captan un enorme flujo de capitales de mercados que se mueven y operan únicamente en dólares, tales como: servicios profesionales, importación de ropa, tecnología, electrodomésticos, vehículos, y en el caso de las fuentes ilegales; contrabando de gasolina, bolívares en efectivo, contrabando de oro a través de la frontera con Colombia.

«Hay que tener cuidado con que no se abran nuevas brechas. No podemos permitir que un grupo de venezolanos se nos quede atrás, hay que tratar de darle poder adquisitivo a los venezolanos y de alguna mantener la dolarización transaccional que ha venido a subsanar algunos de los problemas. Una cosa es lo que ocurre en Caracas, en algunos microsistemas y otra muy distintas es lo que ocurre fuera», subrayó.

La dolarización ha originado una dinámica de concentración de capitales, actividad económica y fuerza laboral muy focalizada en sectores de la población que logran tener acceso a ingresos en divisa estadounidense debido a la alta valoración y cotización de productos o servicios en ese nicho de mercado, que opera y se mueve cotidianamente en una especie de subsistema cerrado en paralelo a un 80% de la población que prácticamente está excluida del mercado y de la actividad económica porque percibe ingresos en una moneda de uso prácticamente artificial y en vías de extinción.

El gremio comercial más grande del país, Consecomercio, ha propuesto en reiteradas ocasiones que se ancle el bolívar al petro en un sistema paritario 1:1, tal como se hizo en Brasil con el anclaje del cruzeiro, su antigua moneda devaluada, al URV, que posteriormente fue ajustando los precios sin dolarización y permitió controlar la inflación hasta que nació la moneda que actualmente circula en ese país vecino: el real. 

Capozzolo opina que el petro debe «vestirse de confianza. Cuando sea mejor explicado, reglamentado y libremente intercambiado. Si el petro es utilizado como medida de estabilización similar al plan del real brasileño podría ganarse un espacio: el petro debe tocar las puertas del mercado y adecuarse a sus reglas, el mercado no va ir a buscar al petro».

En entrevista en Televen, precisó que el dólar está circulando en más de 30 % a nivel nacional pero hay ciudades como en occidente Maracaibo donde llega a 80 %. «Pese a que no entran divisas por exportaciones es bastante difícil explicar de dónde vienen las divisas, pudieran ser las remesas o una doble contabilidad, el hecho es que están entrando una cantidad de dólares al país, al torrente financiero nacional y están resolviendo la capacidad de adquisición a una parte de algunos los venezolanos».

Ese flujo de dólares proviene de las remesas, las exportaciones de productos de cotización extranjera, servicios profesionales especializados, bienes y activos de alta gama como vehículos, teléfonos, casas, lo cual ha formado un mercado minoritario denominado en moneda estadounidense y movilizado entre los sectores empresarial, profesional, comercial y laboral con ingresos medios por la vía de bonificaciones en dólares adicionales al salario formal legal en bolívares.

Considera necesario que Venezuela pudiera resolver situaciones tan complicadas como las sanciones y el acceso a los mercados internacionales, que nos permita insertarnos en el mercado global».

 

Ricardo Serrano