Una distorsión muy particular de la economía venezolana es la acelerada contracción comercial que, producto de la hiperinflación, redujo el producto interno bruto de los más de 100.000 comercios que en otrora había en el país.
Esa contracción comercial es el factor que también aumentó la disponibilidad de los puntos de venta en los locales, tiendas y supermercados a nivel nacional, pero en contraposición, la hiperinflación también afectó al sector bancario, del cual solía depender el sector comercial y empresarial antes de la crisis.
Y es que entre noviembre de 2017 y septiembre de 2019 la cantidad de puntos de venta aumentó 28,5%. Con los cajeros automáticos ocurrió lo contrario, durante estos meses de alta inflación, el número de cajeros disminuyó 17,6%, según un estudio de la firma Ecoanalítica, publicado este jueves en su página web y su cuenta de Twitter.
La inflación en octubre se ubicó en 20,7%, pero su abrupto salto de casi 100% al 38,5% en noviembre elevó la inflación anual a 5.515%, lo cual repercutió en la capacidad de los bancos para incrementar su liquidez en bolívares en efectivo a fin de aumentar los límites de retiro de billetes para el público, esto ante la insuficiencia de las actuales piezas del cono monetario para realizar transacciones pequeñas y medianas, pues esos billetes quedaron rezagados frente a la inflación de 200.000% con la que Venezuela cerrará el 2019.
#GraficoDeLaSemanaEcoanalitica Entre noviembre de 2017 y septiembre de 2019 la cantidad de puntos de venta aumentó 28,5%. Con los cajeros automáticos ocurrió lo contrario, durante estos meses de alta inflación, el número de cajeros disminuyó 17,6% https://t.co/k8ZJ0ZlAMy pic.twitter.com/GR57JNXIw6
— Ecoanalítica (@ecoanalitica) December 12, 2019
Ricardo Serrano
