miércoles 1 de mayo de 2024

¡ZULIA HISTÓRICA EN NAM! Maracaibo llegó a ser la capital comercial de Venezuela: Las recordadas casas comerciales de antes de los 50 (Fotos)

Mac Gregor, H.L. Boulton Jc Co; R.J. Villasmil, Van Dissel Rode y Breûer Moeller & Co., llegaron a representar importantes imperios comerciales gracias al Puerto de Maracaibo, que fue el principal atractivo para que estas empresas se instalaran en el centro de Maracaibo, pero, con la llegada de la Segunda Guerra Mundial y más adelante con los vestigios destructivos de la llamada ‘modernidad’ muchas cerraron y se marcharon quedando solo en el recuerdo del viejo Zulia.

José Becerra, nacido en 1931, recuerda así la actividad comercial en la época de sus años mozos: “En las inmediaciones de la plaza Baralt, se conseguía de todo; las grandes casas comerciales con sus departamentos vendían cualquier artículo de excelente calidad y por buenos precios. Uno podía escoger entre lo importado y lo hecho aquí”.

En la Maracaibo de principios del siglo XX, las mencionadas empresas, al inicio de este recorrido histórico representaron el corazón comercial de un país. Si bien en la capital, Caracas, también se abría paso de manera vertiginosa y violenta el comercio, Maracaibo fue por muchos años la capital comercial del país, porque, su condición de ciudad puerto trazaba una ruta que también compartía con Colombia y había una dinámica donde las empresas y los productos llegaban a Venezuela primero por el Zulia.

Maracaibo, primera ciudad de Venezuela con electricidad, por Ángel Lombardi Boscán

Alemanes, holandeses, estadounidenses, canadienses, italianos, portugueses, españoles y hasta franceses vieron el enorme potencial que mostraba la plaza Baralt y el dinámico puerto comercial de Maracaibo.

La pionera

La firma alemana Breüer Moeller & Co., asentada en la ciudad en 1865, fue una de las más reconocidas del Zulia. Se dedicó a la importación de mercadería y ferretería, impulsó la exportación de café, además, de efectuar las primeras operaciones bancarias.

El recordado historiador zuliano Kurt Nagel von Jess, (era zuliano, a pesar de su nombre) explicó que “tuvo sucursales en San Cristóbal, Cúcuta y Barranquilla; la empresa ocupó un majestuoso edificio levantado por la compañía Guipuzcoana y luego ocupado por la Aduana de Maracaibo, pero la edificación fue devastada por un pavoroso incendio el día 15 de octubre de 1940, provocado por algunos saboteadores que despreciaban a los alemanes cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial”.

Luego, la estructura fue demolida y se construyó en el mismo lugar el Banco de Maracaibo, mientras que tal incendio fue el génesis de la creación del honorable Cuerpo de Bomberos de la ciudad.

Productos de calidad

La casa H.L. Boulton Jc Co, establecida en el país, el 01 de enero de 1876, cerca de la calle Comercio, en Maracaibo, se caracterizó por sus voluminosas transacciones comerciales dentro y fuera de Venezuela, siendo su principal producto la venta del jabón Bohemia, de gran demanda entre los clientes.

El historiador Orlando Arrieta recordó que “en sus departamentos abundaban víveres, querosén, mercancía seca, ferretería y velas. Las mujeres compraban siempre el jabón de tocador ‘Sultana’ o el ‘Primavera’ así como los de almendra; compraban las telas de fantasía, medias de seda y pajillas. Los caballeros, a su vez, se hacían allí del Whisky Blanco y Negro, la Ginebra y Gordon que gustaba mucho”.

En la esquina Ciencias y Colón, se instaló R.J. Villasmil, con su propietario y comerciante Rafael José Villasmil, oriundo de Boconó, estado Trujillo.

El comerciante Dalmiro González recordó que “la tienda se especializó en productos para damas, caballeros y niños. Fue el segundo local más visitado en Maracaibo. Ofrecía la mayor variedad en telas y lonetas para hacer hamacas”.

La llegada de la Segunda Guerra Mundial; la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y los problemas económicos de los países desarrollados europeos obligó a que varias de las empresas extranjeras cerraran sus sucursales. Su legado permitió que muchos empresarios zulianos vieran en éstas la potencialidad para expandirse.

Hielo y Helados El Toro

En 1940, se construye la empresa Hielo El Toro. Abre sus puertas frente al malecón, a escasos metros del mercado del Lago o Mercado de Los Buchones. Allí llegaban las piraguas que traían desde Encontrados los productos que, en su mayoría, necesitaban refrigeración.

En la calle Sucre o La Marina comenzó la distribución. Despachaban de hielo a los mercados Central y Principal, contó Jesús Paz, quien llevó para entonces 60 años trabajando en la empresa.

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Hielo El Toro surge por la iniciativa de las familias Pineda y Alonzo. Ocho años antes, Luis Guillermo Pineda, junto con su hermano Dimas, había creado en Encontrados –Sur del Lago de Maracaibo- una pequeña fábrica de hielo, mientras, en Cabimas, Juan y Francisco Alonzo venían funcionando con una empresa similar desde 1930.

Ambas familias unieron esfuerzos en una sociedad que se concretó al comienzo de los años 40. Desde 1946, la empresa mantiene operaciones en sus instalaciones en la avenida Los Haticos, Maracaibo.

La Casa Eléctrica

En la casa número 20 de la calle Comercio, también llamada la del Marques de Santa Cruz –casi llegando a la iglesia San Felipe Neri- nació, el 3 de julio de 1936 la Casa Eléctrica.

El comercio en Maracaibo aumentaba a velocidades impresionantes y con mayor variedad de artículos. Atrás quedaba la dictadura gomecista de casi cuatro décadas. Sus fundadores fueron Luis Guillermo Pineda Urdaneta, Dimas Pineda Urdaneta, Ángel Leyba, J. Hernández Vargas, José Alvarado y Carlos Ramírez Mac Gregor.

Su objetivo inicial era la compra y venta de maquinarias, materiales eléctricos y artículos de ferretería y quincallería. El mercado se fue incrementando y la exigencia de los clientes llevó a la empresa a expandir su oferta y así comenzaron a vender muebles y artefactos eléctricos.

Hoy, la Casa Eléctrica, una de las empresas pioneras del desarrollo comercial de la región, tiene su sede principal en la avenida Bella Vista con calle 77 (5 de Julio) con sucursales en la avenida La Limpia y en Cabimas y Ciudad Ojeda.

Para la época de la realización de este reportaje, aún funcionaban, queda como tarea pendiente el saber en cuáles condiciones se encuentra hoy.

NAM/Redacción/Deivis Rodríguez/Viejo Zulia

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