¡ZULIA HISTÓRICA EN NAM! Los primeros ‘Tragahumo’ con que contó Maracaibo || Honorable Cuerpo de Bomberos

6 abril, 2024 / Redacción / Locales / Más Leido /

En la edificación en forma de ‘U’ del Cuerpo de Bomberos de Maracaibo, sede principal y única original de todo el país, situado en La Ciega, se aprecian los resquicios de los orígenes de esta edificación tan al estilo de los grandes cuerpos de bomberos del mundo de la época de los 40 con aquellos tubos deslizantes que conectaban los dormitorios con el área de camiones y vestidores.

«Cuando los bomberos dormían en ese cuarto, dejaban los pantalones dentro de las botas, de manera tal que, si escuchaban la alarma, que en ese entonces era un pito, metían los pies en los zapatos y se halaban hacia arriba con tal rapidez y destreza el pantalón para quedar vestidos en tiempo record».

Así lo contó Eduardo Borges, encargado del Museo del Bombero ‘Mayor (B) Luis Arrieta Acosta’ ubicado en el mismo edificio central en Maracaibo. El mundo bomberil aquí y en Pekín es prácticamente el mismo; se habla el mismo idioma, se actúa de la misma manera, se cuenta con los mismos hombres y mujeres corajudos, comprometidos y prestos a arriesgar sus vidas por salvar las de otros y acuir siempre al llamado del heroísmo sin pretender serlo.

El pito y las pitadas

En lo más alto de la torre ya cincelada de grietas, se observa el pito rojo -ya no funciona- que en la década de los 40 y 50 se utilizaba para anunciar incendios: «Se pitaba una vez» recuerda Borges, se esperaba tres segundos y luego sonaban cinco pitadas más los cuales significaba 35″, es decir, la señal de un gran incendio.

Una alta y empinada escalera, lleva a lo alto de la torre, los ‘tragahumo’ de esa época, se asomaban para determinar la ubicación del incendio: No existía Ven-911, no existía celular, apenas si radiotransmisores, no había sistemas de GPS ni telefoncía fija si quiera. Esa torre era una suerte de radar.

Amado por los niños

Una visita guiada que un individuo jamás podrá olvidar, en Maracaibo -ya poco se hacen- y en cualquier ciudad del mundo es aquella que realizan los escolares al Cuerpo de Bomberos y el brillo de emoción en sus ojos al entrar al garaje donde están las enormes y bastante particulares unidades de bomberos. Sueño para mucho, colocarse un casco y subir a un camión de bomberos; sueño infantil para otros tantos llegar a ser bombero. Son demasiado queridos y admirados por su desempeño.

Nuevas unidades engalanan el garaje: Unidad de control de incendios, Camión cisterna, Ambulancia, Unidad de Rescate, Camión Forestal, Camión de escala giratoria, Unidades de traslado.

Y están dos camiones traídos desde Estados Unidos en 1941 para la primera guardia permanente -de diez bomberos graduados en Maracaibo- tenían un tanque con capacidad para 2.500 litros.

El honorable Cuerpo de Bomberos de Maracaibo, a pesar de las dificultades económicas, sigue siendo prioridad en materia de atención y pese a las carencias, desarrollan una msión encomiable y reconocida por todos.

En las amarillentas páginas de los tomos donde se asienta la historia de este Cuerpo de Bomberos, en el Acta N° 3 del día 02 de enero de 1941 se lee: «Se resolvió la compra de dos carros bomba (…) por considrarlo como una medida preventiva para el caso en el que se declarasen dos o más incendios». La compañía a la cual se le hizo el pedido fue la Internacional Harvester Export C.A. Se data como la fecha de inicio oficial de las actividades del Cuerpo de Bomberos de Maracaibo, el 14 de febrero de 1942.

Hidrante natural

Para aquella época, los ‘apagafuego’ ganaban 75 bolívares mensuales, según el comandante Ángel Barrios, quien se formó en 1952 -es el más antiguo del Zulia- Para ser bombero solo se requería tener 18 años, ser soltero, sin hijos ni tatuajes, con vocación y demostrar una conducta intachable.

«Antes no hacía falta saber leer ni escribir, ahora se exige, como mínimo, ser bachiller», recuerda el comandante.

Fue después de 62 años de su fundación que se aceptó mujeres integrantes del honorable cuerpo y solo son voluntarias, es decir, comparten su carrera civil con ser bomberas.

Inicios

Según escriben, Luis Guillermo Hernández y Jesús Ángel Parra en el «Diccionario General del Zulia» el Cuerpo de Bomberos de Maracaibo «se fundó a partir de un incendio ocurrido en los almacenes de la firma comercial Breüer Moller situado en la calle Comercio la noche del 5 de julio de 1940».

La iniciativa se la atribuyen al Rotary Club, institución que nombró una comisión encargada de auspiciar el sostenimiento del cuerpo.

Esta comisión se convirtió en la primera directiva que, según el acta N° 1 del 19 de noviembre de 1941, la conformaban: Carlos Julio D’Empaire, presidente; Fernando Chumaceiro Capriles, vicepresidente; Apolodoro Chirinos, tesorero; Luis Guillermo Pineda, primer vocal; Rodolfo Auvert, segundo vocal y Will Link, tercer vocal. El resto eran distinguidos comerciantes de la ciudad.

De acuerdo con lo que develan las fechas de las actas, se reunían dos o tres veces al mes para gestionar recursos y acondicionar la ciudad, que hasta ese instante, no contaba con un solo hidrante.

En apoyo, el presidente del Zulia, Manuel Maldonado promulgó un decreto el 14de noviembre de ese año. Posteriormente se contrató los servicios de Ángel Darío Alvarado, comandante de Bomberos de Panamá, quien formó´a los diez primeros ‘apagafuego’

Pero, antes de la creación de esta institución vital para una población ¿Cómo se apagaba el fuego?. Luis Arrieta, en «Historia del Cuerpo de Bomberos de Maracaibo 1942-1962», describió que «los incendios en nuestra ciudad de Maracaibo terminaban cuando no había nada más que quemar».

Arrieta cita dos incendios ‘memorables’ que redujaron a cenizas parte de la ciudad: Uno de ellos ocurrió el 21 de julio de 1927, el cual destruyó el antiguo Mercado Principal y el otro ocurrió el 22 de diciembre de 1935, el cual dejó carbonizados más de 30 establecimientos comerciales en el mercado Los Buchones.

Para detener las llamas solo había un hidrante natural y éste era el Lago de Maracaibo: «Para mí, antes de 1942, existían tres cuerpos de bomberos; la Catedral de Maracaibo, la Iglesia Santa Bárbara y la Basílica de San Juan de Dios» rememora Borges.

Cuando se observaba algún resquicio de fuego, en los tres templos religiosos se hacía sonar sus campanas y la gente salía de sus casas con dos tobos en la mano y hacían una cadena humana desde el lugar del incendio hasta el lago para así pasares tobo por tobo el agua entre ellos hasta llegar al fuego e ir apagando de esa manera. al menos los incendios pequeños.

La palabra «bombero», se refiere a la persona que tiene por oficio trabajar con una bomba hidráulica y por extensión designa a cada uno de los operarios encargados de extinguir los incendios y que forman parte del Cuerpo de Bomberos que hay en la mayor parte de las ciudades. Pero, la palabra «bombero» significa mucho más que el mero concepto técnico de su oficio. Significa compromiso, abnegación, entrega, responsabilidad, empeño, entereza, trayectoria, honorabilidad, heroísmo, y la lista de términos asociados a este noble y arriesgado oficio pudiera ser interminable.