El estatus quo no actual cambia y se mantiene como un pulso permanente en la incesante crisis política y económica que tiene sumido al país. Y es que en vista de que en Venezuela se ha estancado el conflicto y se ha instalado la confrontación perenne entre los dos polos de poder (Nicolás Maduro y Juan Guaidó) en medio de una creciente crisis económica-social, Estados Unidos prevé intensificar la estrategia de las sanciones financieras para provocar el colapso del gobierno de Maduro.
Es por ello que Julio Borges, designado por Guaidó como comisionado para Relaciones Exteriores, anunció que él y la delegación representante del jefe de la AN ante la comunidad internacional le pedirán a Estados Unidos que amplíe sus sanciones contra los gobernadores, alcaldes y testaferros aliados a Nicolás Maduro.
“Vamos a pedir a EEUU que amplíe las sanciones contra gobernadores, alcaldes y testaferros del régimen involucrados en la persecución política y violación de DDHH contra los dirigentes democráticos y el pueblo venezolano”, expresó Borges.
EEUU es el principal aliado político y diplomático del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó. El gobierno de Donald Trump ha aplicado múltiples sanciones contra el gobierno de Maduro, así como a los familiares de este y a sus aliados ideológicos para acelerar un quiebre en la cohesión que mantiene firme la estructura de poder en el sector militar, principal sostén del mandatario chavista.
No se descarta que para diciembre Washington imponga nuevas sanciones a la administración de Maduro. La última y más reciente es la congelación de activos del Estado venezolano y de PDVSA en territorio estadounidense, y aunado a la restricción en cadena que tiene el equipo de Maduro para utilizar el sistema financiero internacional, cada vez se cierran más los flujos de dólares que su gobierno utiliza para financiar los monopolios en el sector militar, empresarial y político.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha reiterado en diversas oportunidades que las sanciones a los integrantes del gobierno de Nicolás Maduro no se detendrán hasta que llegue el cese de la usurpación, promovido por Guaidó, y se restablezca el orden constitucional en el país.
