La hiperinflación continúa siendo el principal problema de los venezolanos, que ha generado una crisis social y humanitaria reflejada en la migración masiva, la desnutrición, los conflictos familiares por la insuficiencia del dinero, entre otros. Y es que a pesar de que entre junio y julio se percibió un clima de aparente estabilidad en el sistema de precios porque la inflación en junio fue de 40% y en julio bajó a 30%, en agosto se duplicó y saltó hasta el 65,2%, informó este jueves el diputado Ángel Alvarado, economista y presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.
Es decir, el mes pasado, la inflación volvió a superar el umbral del 50%, lo cual aunado al incremento de 98% que tuvo el precio del dólar en agosto, elevó los precios de los productos y servicios en todo el país en más del doble en tan solo 30 días.
Esto representa una inflación de 2,1% diario, lo que implica que los precios de los productos de consumo de primera necesidad de los venezolanos se incrementan un dos por ciento a diario, mientras que el salario mínimo es de Bs. 40.000 mensuales y el promedio del sector privado ronda los Bs. 200.000, pero con una canasta básica alimentaria valorada en más de 7 millones de bolívares o lo que equivale a 300 dólares como mínimo para que una familia venezolana pueda alimentarse bien durante un mes.
Este incremento descomunal de la inflación puede deberse a varios factores, entre ellos: el aumento de la liquidez monetaria, es decir, la velocidad y cantidad con la que el BCV emite más bolívares en la economía sin haber oferta por producción real en el país. Además, los incrementos en bolívares de todo el sistema de precios producto del bajo rendimiento de compra que ha adquirido el dólar por el brecha cambiaria y por el hecho de que la inflación sube más rápido que la devaluación de la moneda venezolana frente a la estadounidense.
Este incremento de la inflación podría exacerbar la crisis social por la precariedad económica y echar leña al fuego del masivo éxodo migratorio de jóvenes y familias venezolanas, que escapan de la crisis del país hacia otros países de Sudamérica en busca de oportunidades de trabajo y estabilidad socioeconómica.
Asimismo, el diputado Alvarado precisó que la pérdida de actividad económica se registró en 43%. Se espera una caída del Producto Interno Bruto (producción anual) de Venezuela en 60% para finales de 2019.
«El dólar es un precio más en la economía y no todo se ajusta con los montos de los productos, en Venezuela ocurre que los ciudadanos dan por sentado la inflación», dijo el parlamentario.
Esa inflación y la expectativa social de que se mantendrá en el tiempo es lo que ha ocasionado la desconfianza masiva como el principal factor de recesión, caída productiva y cierres de comercios y empresas en la economía venezolana.
Desde el inicio de la crisis en 2013, la inflación total acumulada en seis años se ubica cerca de los 2.000.000% (2 millones por ciento), según cifras anteriores de la AN. Es la inflación más alta del mundo actualmente y una de las cinco más graves de la historia.
NAM/Ricardo Serrano (Twitter: RS_Journalist)
