La fritanga es un clásico en Maracaibo. Comer una empanada es casi una religión para el marabino; que adora las típicas empanadas, pasteles y tequeños, claro sin olvidar la mandoca con su respectivo queso «chillón».
Pero esta costumbre ya ese hace cuesta arriba, en la calle cada pieza se está cotizando en unos 10 mil bolívares y en promedio un comensal puede comerse de tres a cinco piezas.
Al ojo por ciento, una persona puede gastar como mínimo unos 30 a 36 mil bolívares en un desayuno, que se puede traducir en cuatro o cinco piezas acompañado de un refresco o jugo pasteurizado.
Esto significa casi un 20 por ciento del salario básico mensual, que está alrededor de los 177 mil bolívares y algo más.
Mayerlina Boscán, es encargada de un local de pasteles y empanadas; ella confiesa que las ventas han bajado algo, pero que el comer este tipo de platos es algo casi tradicional para el zuliano, aunque se está haciendo cuesta arriba poder consumir como antes.
“Cada día el costo de la materia prima sube y por ello nos vemos en la obligación de incrementar los precios en un 30% cada 15 días”, aseveró.
Entre tanto Nayleth Álvarez, una amante de desayunar empanadas o tequeños, expresó con desilusión que se ha visto a la necesidad de solo comer con la llegada de la quincena y no a diario como lo tenía por costumbre.
“Me pega en el bolsillo pagar no menos de 40 mil bolívares por cada desayuno con mi hijo. Ya no puedo darle de merienda dos tequeños, pues eso significa unos 20 mil bolívares”, dijo.
“Por el lado bueno, es que estamos comiendo menos grasas y más sano”, sostuvo.
Mayerlina Boscán, encargada de un negocio de pasteles.
NV1/Manolo Portillo
Fotos/Video: Richard Calatayud
