La crisis económica de Venezuela tiene sus distorsiones propias y desequilibrios que han ampliado la brecha existente en la desigualdad social, que cada vez es mayor, lo cual ha generado una desproporción descomunal en la concentración de ingresos en la población hasta el punto en que solo el 20% de los venezolanos tienen acceso a dólares, y de ese grupo, solo el 10% mantiene un alto nivel de consumo sostenido en dólares. El segmento de la población que todavía mantiene cierto nivel de consumo es el que hoy ha salido a las calle de forma casi amotinada para aprovechar la dinámica del «Viernes Negro», mejor conocido como «Black Friday».
Al ser una especie de día feriado en el que muchos países occidentales desarrollan jornadas de ofertas y descuentos excesivos en los precios de sus tiendas, supermercados y centros de expendio, los venezolanos se ven motivados a obtener bienes básicos que desde hace mucho tiempo no adquieren por la agobiante crisis de hiperinflación que sufre el país desde 2017.
Y es que este viernes se registra un enorme flujo de venezolanos que están cruzando la frontera binacional hacia Colombia para aprovechar las ofertas que, en pesos colombianos, verán en las tiendas de ropa, electrónica y supermercados del país vecino. La imagen fue captada en la avenida Venezuela de San Antonio, estado Táchira, en video por un usuario que lo compartió con medios digitales.
#29Nov Este viernes se vive algo de tensión en la Av. Venezuela, en San Antonio del Táchira, ante el gran flujo de venezolanos que intentan ingresar a Colombia, cuando se tiene previsto llamativos descuentos por el "Black Friday". Vídeo: Cortesía pic.twitter.com/3795tNFM5y
— Reporte Ya (@ReporteYa) November 29, 2019
El trasfondo de esta realidad tan dispareja con el mermado poder adquisitivo y la drástica caída del consumo que afecta al 80% de los venezolanos que aun residen en el país, es que la distorsión característica de esta crisis, marcada por un enorme diferencial en la tasa de cambio del bolívar frente al dólar y el peso colombiano, hace muy rentable el poder de compra para los venezolanos que poseen dólares o pesos por tener actividades dentro del país que generan ingresos en esas monedas.
Esto genera que el consumo de alimentos y transacciones básicas en el país las realicen con bolívares electrónicos o en escaso efectivo, mientras que sus compras decembrinas o de bienes con alto valor que sería imposible de adquirir para un venezolano que intenta subsistir con ingresos en bolívares (el 80% de la población), las hacen usando dólares o pesos, sobre todo los venezolanos que desempeñan actividades económicas en el fronterizo estado Táchira, cuya economía regional está dominada en casi su totalidad por la circulación del peso colombiano.
Para tener una idea; 10.000 pesos colombianos equivalen a 1.008.391 bolívares, mientras que 10 dólares equivalen a 396.020 bolívares.
En Venezuela, el consumo se ha contraído un 81% en los últimos cuatro años, según datos del BCV, y un 96% en la compra de alimentos, según la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea).
Ricardo Serrano
