Una niña de 13 años denunció que una compañera del colegio la estaba presionando para que «vendiera su virginidad» a unos extranjeros porque podían pagarle lo que ella pidiera. La menor denunció lo que sucedía y las autoridades de Medellín, Colombia lograron desmantelar una red prostitución.
Una menor se atrevió a denunciar que una amiguita del colegio la presionaba a ella y a otras niñas para que se atrevieran a vender sus virginidades porque con el cuantioso dinero que podían obtener les alcanzaría para pagar una fiesta de 15 años.
«Les pagan lo que pidan, y con esa plata pueden hacer una gran fiesta de 15 años», les decía la niña para convencerlas del negocio.
La supuesta reclutadora, se llamaría Angie y tiene 14 años. Ella trabajaría para otra mujer conocida como Michel Andrea, de 19 años, quien sería la cabecilla de la red de prostitución, según logró establecer la Policía de Medellín que infiltró una agente en la institución educativa, publicó Caracol Noticias en un reportaje.
Fiestas sexuales
El método de la red era alquilar residencias alejadas y pagarle a menores principalmente vírgenes entre 13 y 17 años, para que asistieran a las fiestas, consumieran drogas y se dejaran vejar sexualmente.
«Alquilaban apartamentos, fincas o sitios más privados que no llamaran tanto la atención, que tenían piscina, tenían todas las condiciones de una finca de descanso donde hacían las fiestas privadas con las menores», afirmó Jhon Sepúlveda, subdirector de Protección y Servicios Especiales de la Policía Nacional de Colombia.
La agente infiltrada logró asistir a una fiesta donde logró ser testigo y grabar a varias niñas consumiendo drogas, alcohol y siendo objetos de vejaciones. Una de las menores estaba embarazada.
Las autoridades colombianas lograron desmantelar la red de prostitución y detener a ocho personas luego de tratar de seguirle la pista durante un año.
NAM/Caracol Noticias
