Aunque las autoridades no han permitido el aumento del pasaje del transporte superficial, desde el pasado lunes 23 de octubre los conductores de la capital venezolana y del interior del país exigen a los pasajeros pagar desde 500 hasta 1.200 bolívares, alegando que los repuestos de las unidades están más costosos.
Los usuarios, aunque demuestran su descontento, pagan resignados el aumento del servicio, debido a que los servicios de los taxis y las motos son impagables.
En la Gran Caracas el pasaje mínimo permitido es de Bs. 280, sin embargo, ya en el sureste de la ciudad los pasajeros son obligados a pagar los Bs. 700 exigido por los choferes ya que de lo contrario no podrán llegar a su destino o deberán tomar el transporte subterráneo, cada vez más colapsado y con fallas frecuentes.
En todos los estados del país el caso se torna más grave. La mayoría de las unidades se encuentran paralizadas, por lo que las personas deben pasar horas en las paradas esperando poder abordar alguna, caminar, o recurrir a busetas “piratas”.
En el Zulia la ruta corta cuesta Bs. 800 y la larga Bs. 1.200
El Sindicato de Trabajadores del Volante en Zulia, que agrupa a 13 gremios y más de 100 rutas del servicio urbano, advirtió que antes de diciembre sólo estaría activa 15% de las unidades.
La directiva había solicitado la liberación de las tarifas ante el Instituto Municipal de Transporte Colectivo Urbano de Maracaibo (Imcutma), pero fue negada.
A pesar de que los costos se establecieron entre 800 bolívares (ruta corta, micros, autobuses y vans) y 1.200 el pasaje largo, usuarios se quejan y aseguran que les cobran entre mil y 3 mil bolívares, siendo los choferes de la Circunvalación Dos, Socorro y San Francisco los que tienen mayor cantidad de denuncias por cobros excesivos e incumplimiento de la ruta correspondiente.
NV1/El Universal
