Apenas este lunes se dio a conocer que emisarios de Diosdado Cabello, presidente de la ANC, iniciaron contactos con el Departamento de Estado de EEUU en su división para asuntos de Latinoamérica, específicamente con el subsecretario adjunto Mauricio Claver-Carone, para presuntamente negociar posibles inmunidades para los funcionarios chavistas que decidan traicionar a Maduro y contribuir a la caída de su gobierno, también se filtró la información de que los delegados de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, presuntamente viajarán esta misma semana a Estados Unidos para reunirse con autoridades del gobierno de Donald Trump.
Los opositores revisarían con las autoridades estadounidenses los puntos tratados hasta ahora en el diálogo, entre ellos temas como unas posibles elecciones presidenciales a futuro, agregaron las fuentes de las que tres son opositoras y una partidaria del chavismo, reseñó la agencia Reuters, que tuvo acceso a esas cuatro fuentes.
Esas mismas fuentes confirmaron la información que durante tres semanas circuló en la prensa nacional e internacional sobre las tres rondas de negociación que el gobierno de Nicolás Maduro y el equipo político de Juan Guaidó sostuvieron en la isla de Barbados; y es que la delegación opositora les dejó claro a los representantes chavistas que solo aceptarán un acuerdo bajo la condición de nuevas elecciones presidenciales sin Maduro en el poder, sin él como candidato a la reelección y con una renovación total de las autoridades el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Consejo Nacional Electoral (CNE) en un plazo de al menos nueve meses.
El oficialismo habría acogido la propuesta, pero con un plazo de 12 meses, con Maduro como candidato y con el levantamiento de las sanciones impuestas por Washington, dijo una de las fuentes consultadas por Reuters, que filtró la información este lunes.
Sin embargo, la razón por la cual ese acuerdo no se materializó, ni con las condiciones de la oposición ni con las condiciones del chavismo, es debido al bloqueo que impuso el gobierno de Estados Unidos sobre todos los activos y bienes del gobierno de Maduro en jurisdicción norteamericana.
La semana pasada una delegación del gobierno de Noruega estuvo en Venezuela para reunirse por separado con las partes e intentar restablecer el diálogo. Se esperaba que la delegación nórdica llamara a ambos bandos políticos a sentarse nuevamente en la mesa de Barbados o incluso en una nueva mesa de negociación en la propia capital venezolana, Caracas.
No obstante, los representantes de Maduro se levantaron de la mesa cuando el mediador noruego, Dag Nylander, convocó a ambas partes para discutir sobre la suspensión y reinicio de la negociación, según denunció el diputado Stalin González, segundo vicepresidente de la AN y principal negociador de Guaidó ante el chavismo.
Todavía no hay una fecha para reanudar los diálogos porque el gobierno no da respuestas, dijo una fuente citada por la agencia.
Este posible viaje de la oposición a territorio estadounidense ocurre el mismo día en que, presuntamente, los dos hombres con mayor influencia en el alto mando militar de Venezuela; el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, y el ministro del Interior, Néstor Reverol, habrían iniciado contactos también con altos funcionarios de Estados Unidos para negociar una amnistía o prerrogativas que los blinden de la justicia norteamericana y de más sanciones personales a cambio de que le retiren su apoyo a Nicolás Maduro con el fin de propiciar la caída de su gobierno.
NAM/Reuters/Ricardo Serrano