Desde el punto de vista académico de los economistas, lo que sucede en Venezuela ya es mucho más grave que una crisis económica. A su juicio de Leonardo Buniak, analista financiero, el país va rumbo a convertirse en lo que él denomina una «autarquía económica».
Una autarquía es la definición que se le da a una economía cerrada y aislada de los mercados internacionales e incluso de sus países vecinos, que se aparta de las importaciones y las corta para autoabastecerse con los recursos propios que genera internamente.
Sin embargo, la peculiaridad de Venezuela es que tiene una economía deficitaria y en depresión continua, por lo cual se contraerá un 35% en su Producto Interno Bruto (PIB) acumulado este año y será el único país del planeta junto a Nicaragua que no crecerá en 2019.
Según el experto, Venezuela también sufre actualmente de «raquitismo financiero». Es decir, los activos (capital y recursos) actuales de la banca venezolana suman unos 213 millones de dólares, mientras que en 2013, cuando inició la crisis, eran de 12.000 millones de dólares, y cuando Chávez llegó al poder se ubicaban en $45.000 millones, explicó Buniak en una entrevista en el programa Vladimir a la 1.
Con respecto al reciente aumento salarial de 370% anunciado por el gobierno de Nicolás Maduro, el economista afirmó que ese incremento era «justo y necesario», y que debía hacerse, «pero lo que no es justo es que es insuficiente y no compra nada porque la canasta básica se ubica en 400 dólares y el nuevo salario equivale a solo 15 dólares», dijo. En su opinión, el Gobierno debió haber implementado este aumento salarial con un conjunto de medidas compensatorias en materia de subsidios, remuneraciones adicionales y complementos salariales ajustado a la inflación.
La actual crisis de inflación y anulación del poder adquisitivo en el país con bolívares ha causado que 8 de cada 10 venezolanos dependan de los subsidios (bonos del Carnet de la Patria) y cajas CLAP del Gobierno, según el experto.
Bajo su óptica, el problema de fondo no son los incrementos salariales nominales, sino que se debe «abatir la inflación», es decir, eliminarla de raíz. Buniak argumenta que la causa de la actual inflación acumulada de 50.000% en un año y casi el millón por ciento desde 2013 es la exorbitante cantidad de dinero que el Gobierno inyecta en la economía nacional a través del Banco Central (BCV).
Buniak precisó que la liquidez monetaria (dinero circulante) actualmente es de 15 billones de bolívares (Bs. 15 millones de millones) cuando en diciembre de 2018 era de Bs. 960.000 millones.
Esa ingente cantidad de dinero inorgánica presiona la demanda de dinero real y los precios al alza debido a que no hay recursos respaldados en moneda fuerte (dólares) en reservas del Estado ni en recursos generados de la producción nacional porque esta se encuentra paralizada. El resultado es que la economía se inunda de dinero artificial mientras cae más la producción y la inflación sube exponencialmente.
«A Maduro le dio vergüenza anunciar ese aumento, por eso lo anunció un diputado de la Constituyente (Francisco Torrealba) a través de Twitter y con una foto sospechosa de la Gaceta Oficial», refutó Buniak.
En cuanto al tema de la deuda externa del país, el economista afirma que Venezuela deberá pagar en los próximos años un total de 91.000 millones de dólares del bono de deuda PDVSA 2020, ante lo cual asegura que «no hay manera que el país puede pagar ese bono si no se renegocia la deuda total».
Agrega que el monto total del bono 2020 es de 1.600 millones de dólares y el valor de mercado de Citgo ronda los $15.000 millones, por lo cual asegura que Venezuela no puede dejar que los acreedores le embarguen esa que es la filial más importante de PDVSA en EEUU.
«Venezuela tiene una economía enferma, pero no es una enfermedad terminal. Hay solución para Venezuela», sentenció Buniak.
Ricardo Serrano
