Yohan Flores, director de la Fundación Azul Ambientalistas, ha ratificado hoy una denuncia alarmante sobre los derrames de petróleo que están ocurriendo en el Lago de Maracaibo. Según Flores, las principales fugas de crudo se originan en Bachaquero, municipio Valmore Rodríguez, y en San Francisco, ambos ubicados en el estado de Zulia.
En una entrevista con Unión Radio, el activista destacó que otra zona afectada por una constante fuga de hidrocarburos es el poblado de Barranquitas, en el municipio Rosario de Perijá, al sur del lago. Flores enfatizó que las orillas de Maracaibo y San Francisco están completamente contaminadas por petróleo, lo que representa una grave amenaza para el ecosistema y la salud de la población.
La Fundación Azul Ambientalistas ha estado monitoreando la situación durante varias semanas y ha solicitado al Gobierno nacional que declare el estado de emergencia debido a esta preocupante situación. Sin embargo, según Flores, los esfuerzos realizados hasta ahora por Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) han sido insuficientes.
Aunque PDVSA ha comenzado a limpiar las costas del lago afectadas por los derrames, Flores argumenta que las cuadrillas desplegadas y los equipos utilizados no son adecuados ni suficientes para enfrentar el problema. El activista también señala que la cantidad de personal asignado para la tarea no es capaz de lidiar con la gran cantidad de petróleo que se vierte diariamente en el lago.
«Ellos han hecho jornadas con cuadrillas de 5, 7 u 8 personas, pero nosotros estamos seguros de que esas cuadrillas no van a poder ayudar a solucionar el problema», afirmó Flores.
El director de la Fundación Azul Ambientalistas destaca la necesidad de desplegar cuadrillas con maquinarias de última generación en todos los municipios para recolectar el petróleo esparcido en el Lago de Maracaibo, algo que, según él, no está ocurriendo.
Además de los derrames de petróleo, Flores también mencionó el brote excesivo de algas cianófitas en el lago, las cuales se multiplican rápidamente y generan manchas de color verde. Estas manchas, al secarse en la superficie, emiten un olor fuerte y desagradable que se intensifica al mezclarse con el petróleo.
«Las personas que viven en la avenida El Milagro me han comentado del olor tan fuerte que han podido percibir producto de esta alga», declaró Flores.
La situación en el Lago de Maracaibo requiere una acción inmediata por parte del Gobierno para evitar daños irreparables en este importante ecosistema. La Fundación Azul Ambientalistas y otras organizaciones no gubernamentales instan a las autoridades a tomar medidas contundentes.
NAM/Agencias
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