Este año, la festividad de la Virgen del Rosario en Cabimas contará con un elemento especial que ha generado gran expectativa entre los devotos: el manto que vestirá la imagen sagrada, una obra diseñada y confeccionada por la talentosa diseñadora Carmen Nava. Este proyecto, cargado de simbolismo y devoción, fue posible gracias a la colaboración de su prima, Ingrid Carolina Urdaneta Nava, quien la contactó para darle la oportunidad de cumplir un sueño que ambas compartían: vestir a la Virgen a la que tantas veces han encomendado sus oraciones.
El manto, de un distinguido color verde esmeralda, ha sido cuidadosamente confeccionado para transmitir un mensaje de esperanza, renovación y abundancia. Según comentó Carmen, la elección de este tono fue muy especial, ya que la Virgen nunca había lucido un manto de este color, lo que hace de esta pieza algo único en la historia de la celebración. Este detalle, junto con la dedicación con la que fue diseñado, refleja la profunda conexión que la familia Urdaneta Nava tiene con la Virgen del Rosario, un vínculo que se ha mantenido por generaciones.
Adornado con unos 3.500 cristales que añaden un brillo celestial a la prenda, el manto también cuenta con delicados apliques florales, flecos y arabescos dorados, todos cuidadosamente colocados a mano en un trabajo que tomó varias semanas en completarse. Cada uno de los elementos dorados, según explica Carmen, está dedicado a un miembro de su familia, simbolizando la luz y el recuerdo de los seres queridos que han marcado la vida de la diseñadora.
Para Nava, este proyecto va más allá de una simple prenda religiosa; es un testimonio de su devoción personal y de su evolución como artista. “Siempre soñé con vestir a la Virgen, y cuando mi prima me dio la oportunidad, no dudé ni un segundo. Ha sido una bendición poder ser parte de algo tan significativo”, expresó con emoción. Además, no estuvo sola en el proceso, ya que su hermana Leidy y la señora Luz fueron piezas clave en la ejecución de la obra, aportando sus manos para ayudar a cumplir con los tiempos y lograr que el manto esté listo para la esperada bajada de la Virgen.
El diseño, además de su elegancia, tiene detalles como flecos que evocan solemnidad y reflejan el carácter ceremonial del evento. La corona de la Virgen, acompañada por una «M» que representa a la Virgen María, completa la imagen majestuosa de una pieza que promete ser recordada por su simbolismo y belleza. El vuelo del manto también está adornado con pequeños apliques y bordados, lo que añade una textura especial que realza la pieza en su conjunto.
Para la diseñadora, este proyecto representa no solo un logro profesional, sino también un acto de gratitud hacia su familia y hacia la Virgen del Rosario. «Este manto es una forma de cerrar el año de manera simbólica, agradeciendo las oportunidades que me ha brindado la vida y reconociendo el apoyo incondicional de mi familia», afirmó Carmen. Aunque aún no se ha confirmado si será este el manto que la Virgen lucirá durante la procesión, la expectativa es alta, y tanto devotos como organizadores esperan con ansias el gran momento.
Así, el manto que vestirá la Virgen del Rosario en Cabimas este año no solo será una pieza de arte, sino también un reflejo del amor, la fe y el trabajo en equipo que caracteriza a quienes participan en la celebración.
NAM
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