viernes 17 de mayo de 2024

¿UNA DECEPCIÓN? La monja una de las peores películas del año

El universo El conjuro es una mezcla de tinos y desaciertos; si bien la primera entrega titular y la segunda parte de Annabelle son memorables, la segunda El conjuro y la primera Annabelle son productos que oscilan entre lo regular y lo terrible.

Para continuar expandiendo la franquicia llega ahora La monja, película centrada en la figura demoníaca vista en El conjuro 2, y que no solo se sitúa en el segundo de los dos supuestos descritos, sino que también se erige como una de las más grandes decepcionesdel cine de horror de 2018.

1952. Después del suicidio de una monja en un monasterio de Rumania, el Padre Burke (Demián Bichir) es asignado por el Vaticano para investigar los motivos y circunstancias del trágico suceso.

Burke se hace acompañar de una novicia, la Hermana Irene (Taissa Farmiga), y juntos descubrirán que el suicidio está directamente relacionado con una antigua fuerza malévola que planea cruzar a nuestro plano.

Si por algo fue autorizada la realización de La monja es porque el personaje homónimo fue una de las principales fortalezas visuales y temáticas de El conjuro 2, razón suficiente para que este spin-off luciera el cuidado puesto en Annabelle 2: La creación, luego de la desastrosa primera Annabelle (después de todo, el guion fue escrito por Gary Dauberman, también responsable del libreto de estas dos últimas películas y del de la nueva versión de ESO).

Pero en lugar de estar ante un argumento que aprendió de los errores de Anabelle y de los aciertos de ESOLa monja es una comedia involuntaria que constantemente invita a retirar los ojos de la pantalla, a taparse el rostro con la mano por la pena ajena, y a soltar sendas e inaguantables carcajadas —por más que se haya intentado guardarle la solemnidad que toda cinta se merece.

Diálogos, personajes, secuencias y actuaciones (Bichir se anota una de las peores de su carrera) van en contravención de la prometedora cinta que sugirieron los materiales promocionales.

Es evidente que los responsables de este filme pensaron en viñetasen las que funcionara la imagen de una monja demoníaca acechando a sus presas, pero se quedaron sin idea de cómo darles lógica secuencial y ajuste narrativo.

El resultado es un producto que parece ir a ninguna parte y al que no le queda de otra más que apostar por jump scares cuya construcción toma una cantidad tormentosa de minutos, en aras de llegar a la hora y media que regularmente dura una película de horror.

La monja es una de las peores cintas de 2018, una a la que le quedó grande el personaje que justifica su existencia.

NAM/Daily Trend