miércoles 24 de abril de 2024

¡UN MAL QUE HAY QUE ABORDAR RÁPIDO! ¿Qué hacer si mi hijo sufre bullying y cómo combatirlo?

«Bullying es sólo un término para definir un acto de crueldad extrema que ejecuta uno o más individuos en contra de otro u otros individuos por múltiples causas. En todo caso, es un acto reprobable desde todo punto de vista y traspasa el límite de lo que puede llegar a ser considerado un delito o un crimen. Se trata de un acoso psicológico-físico perpetrado por un «maltratador» psíquicamente dañado y acomplejado que, desborda sus debilidades personales ocasionando daños a los demás. Bullying es burla, burla agresiva, burla que busca herir, hacer daño. No se trata de un chalequeo normal, de una burla sana de esas que ocurren entre muchachos, es una burla seria, porque es mofarse y perjudicar al otro haciéndolo sentirse menos o simplemente un nadie en la vida, donde el burlesco señala los posibles defectos, o lo que él considera defecto o debilidad en el otro convenciendo al otro de que sencillamente no vale nada y es merecedor de todo tipo de rechazo y maltrato». Así de amplio lo define la psiquiatra y experta en psicología criminal karen Kauffman, de la Universidad de los Andes y ello refrenda lo que, en una entrevista para Unión Radio, informó una especialista en terapia familiar.

Se trata de un tema recurrente que coge cuerpo y se hace cada vez más repetitivo en escuelas, pero que coge fuerza en lugares donde ocurre el fenómeno migratorio y mayormente ocurre entre sociedades del país que «recibe» al migrante. Es una característica muy peligrosa que los migrantes, quienes han llegado a un país extraño deben observar cuidadosamente, porque la xenofobia y otros elementos intrínsecos en esa suerte de rechazo al migrante, está acentuando el acoso y el maltrato psíquico-físico, tal como ocurrió en ese autobús escolar en Orlando, Florida, donde un muchacho afroamericano arremetió contra un venezolano.

La psicóloga, especialista en asesoramiento de Desarrollo Humano, terapia familiar y pareja, María Esther Franco, explicó que en Venezuela la diferencia entre el «chalequeo» y el bullying, es que el primero es una manera de relacionarse entre sus amigos de una manera de diversión; mientras que el segundo, tiene la intención de resaltar las debilidades de las personas hasta el punto de hacerles daño.

«La diferencia entre el chalequeo y el bullying, técnicamente hablando, es que el chalequeo es entre amigos, tiene un límite y no es recurrente. Se hace por diversión y no hace daño. Hay una línea delgada (…) el bullying sí pretende hacer daño, es una forma cruel de violencia que se aprovecha de esa debilidad para causarle daño a la persona», comentó.

La especialista resaltó que en la casa se deben evitar comentarios ofensivos de parte de los padres hacia sus hijos, porque es una manera de reforzar las «burlas» que recibe el muchacho en la escuela.

«Si nosotros como adultos no asumimos nuestros rol de protección, de denunciar e identificar los factores de riesgo, si la persona adulta se hace la vista gorda y no interviene, estamos reforzando esos comportamientos de acoso o violencia ¿por qué? Porque la conducta negativa que no se corrige, se refuerza», expresó.

En entrevista concedida a Esteninf Olivarez y Luis Miguel Núñez para Unión Radio, recomendó que los niños y adolescentes que son acosados en sus centros educativos deben recibir ayuda de especialistas y los padres deben ser pilares fundamentales para atender tempranamente estos casos.

La psicóloga exhortó a los docentes «asumir su responsabilidad» dentro del aula de clases y detener este tipo de agresiones que pueden ser perjudicial para el adolescente.

Importante

Kauffman refiere que el bullying no es nuevo, es un comportamiento conductual y psicológico, inclusive hasta de carácter psiquiátrico que data de muchos años: «En épocas de la Santa Inquisición se practicaba bullying, era el modo más perverso de sometimiento y degradación humana, por lo que no podemos decir que se trata de un fenómeno de nuestros tiempos, pero sí podemos decir que, entre los años 70 y 90 ese fenómeno había sido en algún modo superado y esos eventos, esos episodios no eran tan comunes verlos como lo estamos viendo ahora, principalmente en los colegios o en los clubes o en las sociedades particulares».

La experta aborda el tema desde el punto de vista netamente familiar y manifiesta la necesidad de reforzar la personalidad desde la crianza: «Pudiera sonar temerario y tal vez injusto, pero, a veces, el bullying se alimenta de quienes lo permiten. ¿Quién permite el bullying? mayormente personas débiles, gente de una personalidad permeable, maleable, chantajeable. Personas o personitas -llámese niños o adolescentes- que fácilmente pueden ser convencidos por otros de hacer o de ver las cosas como esos otros quieren que éstos las vean».

«Si un niño -porsigue- se cría bajo los estándares de lo que dictamine su entorno, más allá de una posición racional sobre la vida y sobre los modismos de la vida, éste estará siempre en la posición de ‘obedecer’ de ser ‘súbdito’ de hacer lo que le dicen o de repetir o imitar lo que hacen sus compañeritos que ejercen mal o bien un liderazgo. Eh ahí la clave. La clave está en que un niño debe formarse una personalidad sólida capaz de decir no, capaz de contradecir, capaz de defender su posición ante los demás, capaz de poner por encima del ser popular o del pertenecer a equis grupo, el ser yo mismo y el dejar claro a los demás que ‘yo no soy manipulable, que yo sucumbo a hacer cosas con las cuales no estoy de acuerdo o que, de acuerdo con mis convicciones las considero equivocadas, erradas o inadecuadas».

Se corre el riesgo, expone Kauffman, de que asumiendo esa actitud valiente, también sea la persona víctima del bullying, en este caso de un acoso colectivo perpetrado por quienes ven amenazados sus planes cuando se topan con alguien de personalidad fuerte: «Hay que ser astutos. Los padres debemos enseñar a nuestros muchachos a ser astutos y a evitar a toda costa una confrontación, amén además de que se esté en desventaja numérica. La vida es un acto diario de supervivencia que tiene sus niveles de exigencia dependiendo del entorno donde nos estemos manejando, enseñemos a nuestros muchachos a ser fuertes de carácter, indomables, indoblegables, lo cual no significa ser agresivos o ser asociales, sino simplemente una persona que exija ser querido y aceptado tal cual es y no que se pretenda cambiarlo en su esencia para recibirlo ni obligarlo a actuar de un modo contrario a sus principios solo por el hecho de cubrir una necesidad de pertenece a… y luego, entonces, enseñemos que la mejor batalla que se gana es la que se evita. Hay toda una serie de herramientas para reforzar conductas y abordar este tema el bullying con sapiencia, con inteligencia y principalmente con resultados positivos, hay que busarlas, hay que formarse y hay que interesarse».

Kauffman admite además que la escuela y el Estado tienen una responsabilidad vital en el abordaje de esta problemática y que en el diseño curricular, así como en las labores supervisoras en las aulas de clase y en el entorno escolar debe actualizarse a niveles de comprensión máxima esta problemática para ayudar a los niños y a los mismos padres a ir erradicando esta horrible práctica.

NAM/Con información de Unión Radio

Síguenos en nuestras redes sociales para que tengas toda la ¡INFORMACIÓN AL INSTANTE!

Visita nuestro sitioweb https://noticiaalminuto.com/

Twitter: https://bit.ly/3kpAtzz

Instagram: https://bit.ly/3jh0TnE

Telegram: https://bit.ly/3Dvclo3

Grupo de WhatsApp: https://chat.whatsapp.com/GlOEXjCuQ5I1uQbVzZig4m