Angola fue la última colonia del imperio portugués y a su liberación en 1975 le sucedió una cruenta confrontación, que dejó centenares de miles de muertos y que se produjo como un elemento más de la guerra fría entre la extinta Unión Soviética y Estados Unidos. Ello dio lugar a dos frentes: uno que luchaba con el respaldo de la CIA, y el otro que lo hacía con el financiamiento comunista, utilizando para ello a soldados cubanos.
En ese marco, el reportero polaco Ryszard Kapuściński (1932-2007) aterrizó en Luanda para cubrir el acontecimiento. De aquellos días de masacres, confusión y colonos portugueses huyendo en desbandada, el gran maestro del periodismo hizo un registro minucioso en su libro Un día más con vida.
Cuatro décadas después, la pareja de realizadores integrada por el español Raúl de la Fuente y el polaco Damian Nenow se aproximan desde la ficción a este relato que es, a la vez, apasionante crónica de los comienzos de una guerra civil que marcó un antes y un después en la región, así como una reflexión de carácter moral sobre los principios de un hombre que toma la decisión de arriesgar su vida con tal de conocer de primera mano la historia que narró. En esta coproducción entre Polonia y España, los directores optaron por reconstruir las atribuladas vivencias de Kapuściński desde la animación, fusionando una diversidad de estilos. El filme se alzó con el premio del público en la más reciente edición del Festival de San Sebastián, después de haber obtenido favorables críticas en Cannes.
La cinta mezcla 60 minutos de animación en 3D, al estilo de una novela gráfica, con 20 minutos de documental en imagen real, utilizando la técnica de captura de movimientos; es decir, que grabaron con actores las acciones, que luego pasaron a animación, lo que da mayor verosimilitud a los dibujos, en donde aparecen los protagonistas vivos de aquella aventura y se recrea con maestría uno de los episodios más intensos y arriesgados en la vida profesional del reportero. Para De la Fuente, la combinación de ambos formatos permite al espectador “entrar en el universo de Kapuściński, en sus miedos, sus reflexiones y sus valores”.
De Un día más con vida se ha dicho que rebosa romanticismo, por el proyecto en sí y sus circunstancias, pero también por la mirada hacia el trabajo de Kapuściński, uno de los reporteros de guerra más famosos del mundo y autor de numerosos libros sobre conflictos del planeta, desde Irán a Etiopía y de Rusia y Latinoamérica a Angola.
NAM/El Universal
