Los «convoyes de la libertad» salieron de toda Francia el 9 y 10 de febrero y se supone que llegarán a la capital francesa este 11 de febrero por la tarde. Pero la Prefectura de Policía ha prohibido su acción, porque las autoridades no quieren que pase en París lo mismo que en Ottawa. El programa del fin de semana sigue sin estar claro.
La Prefectura de Policía de París ha decidido desplegar un dispositivo excepcional. Cerca de 7.200 policías y gendarmes serán movilizados desde este viernes 11 de febrero hasta el lunes. Grupos compuestos por agentes de policía, unidades de fuerzas móviles y sistemas de grúas están listos para intervenir y evitar cualquier bloqueo de las carreteras. También está previsto realizar controles en los peajes antes de llegar a París.
Intercambios
Las fuerzas del orden han recibido una orden clara: mostrar la mayor firmeza ante los manifestantes de los «convoyes de la libertad», que serían varios miles. Pero es muy difícil evaluar su número con precisión porque intentan no ser vistos en las carreteras para evitar ser detenidos. Se comunican a través de las redes sociales, en sistemas de mensajería encriptada como Telegram, o de la aplicación Zello (walkie-talkie).
Los primeros blindados de la gendarmería llegan a París
Les premiers blindés de la gendarmerie arrivent dans Paris#convoiselaliberte #france2 pic.twitter.com/Lw8qtqcVkv
— Nicolas auer (@AuerNicolas) February 11, 2022
Se busca crear un ambiente «pacifista» y «alegre». En estos grupos abundan las ofertas de alojamiento y suministros, los intercambios de buenos consejos como dónde aparcar en las afueras de París, cómo llegar a la capital en transporte público o qué decir si te para la policía. Un camionero propone por ejemplo decir que uno va «al partido PSG-Rennes en el Parque de los Príncipes o al mitin de Valérie Pécresse», candidata en las próximas elecciones presidenciales.
Varias reivindicaciones
La idea es reunirse este viernes, a última hora de la tarde, en la plaza Denfert-Rochereau de la capital. El resto del programa no está muy claro. Los miembros de los «convoyes de la libertad» deben pasar la noche en París o en los suburbios de París, en casas de simpatizantes de la causa o en aparcamientos, como los de los supermercados. Mañana podrían unirse a las manifestaciones semanales de los opositores al certificado de vacunación. También podría haber manifestaciones en las principales ciudades francesas para aquellos que no puedan ir a París.
El fin de las restricciones sanitarias es su principal reivindicación, pero no es la única. Reclaman una mejora del poder adquisitivo, una bajada de los precios de la gasolina y de las facturas de electricidad, gas y combustible.
¿Bloqueos o manifestaciones clásicas?
Los detalles de sus acciones siguen siendo poco claros, probablemente a propósito. Los «convoyes» saben que están siendo vigilados por los servicios de inteligencia en las redes sociales. Además, al igual que los Chalecos Amarillos de los que deriva en parte, el movimiento no está estructurado. Dos o tres personas se han improvisado como líderes, pero la organización no está muy bien desarrollada. También aparecen divisiones entre los participantes, entre los que quieren absolutamente organizar bloqueos y otros que se conformarían con manifestarse.
En cualquier caso, después de París, los «convoyes de la libertad» pretenden continuar su ruta hacia Bruselas, donde deberían reunirse el lunes 14 de febrero con manifestantes de otros países europeos. Pero las autoridades belgas también han prohibido el acceso a la ciudad.
NAM – AFP
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