Una niña estadounidense de 11 años evitó un secuestro gracias al empleo de una palabra clave que había acordado previamente con su mamá en caso de algún tipo de problema en las calles.
El pasado miércoles, la chica caminaba junto a una amiga por un parque en San Tan Valley, al sur de Phoenix (Arizona, Estados Unidos), cuando una camioneta blanca se acercó a ellas a plena luz del día. El conductor se dirigió a la pequeña, le dijo que su hermano había tenido un accidente muy grave y que tenía que acompañarlo.
Una nena estadounidense de 11 años evitó un secuestro gracias al empleo de una palabra clave que había acordado previamente con su mamá en caso de algún tipo de problema en las calles.
El pasado miércoles, la chica caminaba junto a una amiga por un parque en San Tan Valley, al sur de Phoenix (Arizona, Estados Unidos), cuando una camioneta blanca se acercó a ellas a plena luz del día. El conductor se dirigió a la pequeña, le dijo que su hermano había tenido un accidente muy grave y que tenía que acompañarlo.
Brenda James, la mamá de la nena, contó detalles a medios locales, aunque prefirió mantener en secreto la palabra que acordó con su hija. “Nunca pensé que el código fuera a ser utilizado y estoy muy orgullosa de mi hija por acordarse”, destacó.
Los niños manifestaron a la Policía que vieron la camioneta dando vueltas por el parque y que el conductor cubrió su rostro para ocultar sus rasgos. A raíz de los testimonios, el sospechoso fue descripto como un hombre en sus 40 años con una barba corta.
Los Andes
