El trabajo de un profesional en Venezuela no tiene el valor de antes, lo que en otrora era bien pagado, hoy no es bien remunerado, además los sueldos y salarios no alcanzan.
Contadores públicos trabajan prestando el servicio de transporte público, abogados vendiendo en casa comida, médicos vendiendo agua e incluso docentes vendiendo cepillados o «tetas» de frutas en la calle para poder llevar un plato de comida a la mesa de su casa.
Los trabajos extras o llamados comúnmente como «maraña» es con lo que los profesionales universitarios tratan de sobrevivir y enfrentar la situación económica del país. Ahora esto es normal, encontrar personas con títulos e incluso magister laborando en otros ámbitos.
Una docente, vende «tetas» en la plaza Bolívar de Maracaibo, con esa venta señaló que consigue el efectivo para sus pasajes y poderle comprar a su hija alimentos. La situación para esta docente es crítica, pues a su juicio ya los profesionales no son respetados ni valorados como antes, el sueldo no cubre las necesidades de una familia y no cuentan con ningún tipo de beneficios.
Calificó además de lamentable el contexto al cual se enfrentan, porque aunque cualquier trabajo es digno, ella no se quita sus lentes oscuros para evitar que las reconozcan y comenten que es una maestra que vende cepillados en el centro de Maracaibo.
NAM/ Aylen Bucobo
José Valbuena: Foto y Vídeo
