Son de estos casos de los cuales se nutre el cine para la realización de sus películas. La tragedia de Freddy Rivero Pérez, de 39 años es digna de un libreto. El joven venezolano, radicado en Ecuador, resolvió visitar la ciudad de Valencia, en Venezuela para ver a sus hijos a los cuales no veía desde hace cuatro años, pero en el camino le quitaron la vida.
Freddy, quien tenía tres de sus últimos años en Ecuador laborando como auxiliar de construcción, además de labores de siembra y cultivo de legumbres, partió hacia Colombia, su primera escala con miras a visitar a su familia en Venezuela.
Era domingo 18 de julio cuando arribó a la capital de Norte de Santander con la intención de seguir su rumbo hacia Valencia, para reencontrarse con su esposa y sus cuatro hijos.
“La última vez que hablé con él fue a las 2:00 de la tarde de ese domingo y me dijo que todo estaba bien, que pronto nos íbamos a encontrar”, recordó la esposa de la víctima, mientras este lunes adelantaba los trámites para reclamar el cadáver.
Sin embargo, tres horas y media después ocurrió el ataque, en la calle 7 con carrera 4 de La Parada, Cúcuta, donde Rivero quedó sin vida, tendido en la mitad de la carretera. Fue un caso que publicó NAM, pero en su momento no se había identificado al cadáver.
Fredy Andrés recibió tres disparos en el brazo izquierdo y uno más en un ojo. Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) practicaron la inspección y el levantamiento. El cadáver posteriormente fue trasladado al Instituto de Medicina Legal.
Los familiares guardarán para siempre los gestos de alegría y los momentos en los que Rivero disfrutaba al escuchar música. “Era una buena persona y no entiende uno por qué lo mataron, si él iba a seguir su viaje hacia Venezuela, a encontrarse con sus hijos”, dijo la esposa.
Lo que se conoció en el momento del crimen es que a Rivero lo atacaron dos hombres que se movilizaban en una bicicleta.
Los investigadores judiciales recolectaron tres conchas calibre 9 milímetros, que fueron aportadas a las pesquisas para obtener pistas que permitan esclarecer los móviles del homicidio e identificar a los autores del ataque.
Hasta el momento no se conocen capturas por este asesinato, lo que agudiza más la complejidad del orden público en este sector fronterizo, donde hay presencia de bandas criminales que se dedican al microtráfico de drogas y al paso de contrabando, dejando una escala mortal a lo largo y ancho de Villa del Rosario, en Colombia.
NAM/Con información de La Opinión de Cúcuta
