El nuevo presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, nombró el viernes a un nuevo gobierno que incluye a personas leales al partido gobernante, así como otros vinculados al Ejército, que ayudó a derrocar al exmandatario Robert Mugabe al tomar el control del país.
No hay ningún político de oposición en la lista, considerada como una primera prueba de si Mnangagwa, que fue aliado de Mugabe durante muchos años, se alejaría de la sombra del expresidente.
El gobierno de 22 miembros, anunciado el jueves por la noche en la televisora pública, incluye al mayor general Sibusiso Moyo como ministro de Exteriores, al mariscal de la Fuerza Aérea Perrance Shiri como ministro de Agricultura y a Chris Mutsvangwa, líder de los veteranos de guerra del país, como ministro de Información.
Shiri tiene una relación directa con la muerte de miles de personas en Matabeleland a manos de una brigada militar entrenada por Corea del Norte, dentro de una operación de Mugabe en la década de 1980 contra un alzamiento político.
Moyo anunció el 15 de noviembre la toma militar que puso a Mugabe bajo arresto domiciliario y puso en marcha un clamor nacional que terminó con la renuncia del expresidente tras 37 años en el poder.
Mugabe renunció el 21 de noviembre en medio de un proceso de impugnación. El gobernante partido ZANU-PF le sustituyó por Mnangagwa, que fue despedido hace semanas de su cargo de vicepresidente dentro de las maniobras de la esposa de Mugabe, Grace, para sucederlo en el cargo.
Para algunos zimbabuenses que confiaban en que el nuevo gobierno fuera más inclusivo, el anuncio del jueves por la noche fue percibido como una decepción, después de haber celebrado el alzamiento militar y respaldado los esfuerzos de impugnación del partido en el gobierno.
El abogado Alex Magaisa tuiteó una foto reciente en la que se veía a Mugabe y su esposa riéndose, con las palabras “Cuando vieron el nuevo gabinete”. El exministro de Finanzas Tendai Biti, por su parte, tuiteó: “La luna de miel ha terminado antes incluso de empezar. Qué vergüenza. Qué oportunidad perdida”.
NV1/AP
