Entre las 22 personas asesinadas en el tiroteo ocurrido en un establecimiento de Walmart en El Paso, Texas (EEUU), el pasado 3 de agosto, se encuentran Jordan y Andre Anchondo, que fueron alcanzados por los disparos del asesino que abrió fuego en la concurrida zona comercial, mientras intentaban proteger a su bebé de dos meses.
Gracias al escudo que formaron en torno a su hijo Paul, el bebé sobrevivió y apenas resultó herido leve, presentando solo una fractura en dos dedos, provocada, probablemente, por el peso del cuerpo de su madre al caer sobre él.
Aquel día, Jordan y Andre, padres de tres hijos, habían dejado a su hija mayor, que cumplía seis años, en un entrenamiento de animadoras para ir a comprarle material escolar y decoraciones para la fiesta de cumpleaños. En pocas horas, la familia y los amigos iban a acudir por primera vez a la nueva casa de la pareja, relató en declaraciones a The Washington Post Tito Anchondo, hermano de Andre.
Tito y otros miembros de la familia sostienen que Andre murió tratando de proteger a su esposa e hijo de los disparos. A su vez, la hermana de Jordan, Leta Jamrowski, relató a AP que, a juzgar por las lesiones del bebé, la madre murió protegiéndolo.
Jordan lo estaba sosteniendo en sus brazos en el momento del tiroteo, y cayó sobre él cuando se desplomó en el suelo, explicó Jamrowski, mientras que la tía de la fallecida, Elizabeth Terry, indicó a CNN que, cuando el bebé fue «sacado de debajo de su cuerpo», estaba manchado de la sangre de su madre.
«Su esposo estaba frente al pistolero para proteger a Jordan, y Jordan estaba protegiendo a su bebé», declaró a The Guardian Monique Terry, la prima de la víctima. «Eso explica cómo era ella como persona: lo dio todo por su bebé», añadió.
La muerte de Jordan fue confirmada el sábado, y la de Andre, el domingo. Días antes del mortal tiroteo, la pareja había celebrado su primer aniversario de boda.
NAM/RT
